Esta semana, el presidente de la Cámara Americana de Comercio, en el almuerzo mensual de esa entidad, atribuyó la salida de capitales del territorio nacional, que alcanzó los US$2,430 millones en el 2003, a la falta de confianza en el manejo de la economía.
Jorge Iván Ramírez, también, al ponderar el impulso que tendrá en la economía dominicana el restablecimiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo que «la razón por la cual el peso se ha devaluado de tal manera, se debe a la salida de capitales, la que se refleja en la partida errores y omisiones de la balanza de pagos».
En el 2001, la salida de capitales alcanzó los US$450 millones, mientras que en el 2002 fue de US$967 millones, pero en el 2003 se disparó a US$2,430 millones y la única justificación de ese ascenso se atribuye a la falta de confianza de los agentes económicos y de la población, en sentido general, en la forma como se maneja la economía.
El orador principal del almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio fue el embajador de Estados Unidos, Hans Hertell, quien entre otras cosas ponderó la importancia de que las autoridades dominicanas enfrenten la corrupción y la falta de transparencia en el manejo de los asuntos públicos, como único camino al desarrollo sostenido.
El diplomático también confió en el manejo transparente de las elecciones del próximo 16 de mayo y adelantó que ya Estados Unidos ofrece apoyo técnico y económico.
En tanto que Ramírez, en su discurso, sostuvo que además de inyectar monedas fuertes a la economía, el restablecimiento del acuerdo stand-by entre el país y el FMI envía un claro mensaje de que existe un plan coherente para restablecer la estabilidad macroeconómica.
Otro de los temas tratados por el dirigente empresarial fue la decisión de la Cámara de Diputados, de no continuar empujando la propuesta de modificación a la Ley Electoral.
Con esa decisión, dijo, se permitirá que en el país se lleven a cabo unas elecciones libre y transparentes y al mismo tiempo, elimina la gran incertidumbre política que incidía negativamente sobre la economía.
Reiteró que son la incertidumbre política y la falta de confianza, los factores de más inciden en la crisis cambiaria que enfrenta el país.
En ese orden, dijo que «las cifras reales son mucho mejor de lo que la mayoría de personas podría pensar. El país pasó de un déficit en cuenta corriente de US$875 millones en el 2002, a un superávit de US$886 millones en el 2003».
Atribuyó a la devaluación del peso el descenso en las importaciones de bienes.
Ramírez exhortó a todos los sectores de la vida nacional a involucrase en el proceso electoral, tras afirmar que las elecciones son una responsabilidad de todos.
«Exhortamos al sector empresarial a que tome liderazgo y se involucre en el proceso electoral a través de la conformación de las mesas electorales en los cargos de presidente y secretario, iniciativa organizada por la Coalición por la Transparencia y la Institucionalidad», dijo.