La falta de coordinación, y en algunos casos la aparente complicidad, entre las entidades oficiales responsables de la aviación, la migración y el combate al tráfico de drogas, aprovechada por las habilidades de pilotos, narcotraficantes y de tratantes de personas, facilita el incremento de los vuelos ilegales desde y hacia la República Dominicana. Mientras, las autoridades se desligan.
La denuncia del presidente de la Asociación Nacional de Pilotos, Pedro Domínguez, de que existe una mafia que opera en los aeropuertos con la colaboración de autoridades, parece demostrada con la ocurrencia de algunos casos de aeronaves que entran y salen del país con planes de vuelo que luego cambian sin ser detectados.
El más recientes de esos hechos fue el aterrizaje en Honduras del avión Boeechcraft matrícula 308RH, que de acuerdo con las autoridades de ese país llegó con un cargamento de entre 1,500 y 2,000 kilos de cocaína. La aeronave partió el día 17 desde el Aeropuerto Gregorio Luperón, de Puerto Plata, con destino a Venezuela, pero apareció en una comunidad de Honduras. Habría recogido la droga en teritorio venezolano.
Otro caso fue la desaparición de un avión con 11 personas a bordo que el 15 de diciembre de 2008 salió ilegalmente por el Aeropuerto Cibao, de Santiago, sin que hasta el momento se conozca el destino de sus ocupantes. La aeronave era pilotada por Adrián José Jiménez Henríquez
El 13 de abril de este año fueron detenidas en el Aeropuerto Internacional Cibao siete personas que tenían previsto abordar una aeronave en la cual viajarían ilegalmente a Islas Providenciales.
Los pasajeros habían pagado entre US$15,000 y US$20,000 cada uno para ser sacados del país. Su destino final era Estados Unidos, se informó.
La aeronave Piper matrícula N-43RA, con capacidad para seis personas había llegado de las Islas Providenciales y se proponía regresar con la carga de pasajeros que recogería en la República Dominicana.
La fiscal de Santiago, Yenny Berenice Reynoso, ha insistido en que existe una poderosa red internacional de traficantes de indocumentados que lleva varios años realizando vuelos ilegales desde y hacia la República Dominicana.
El 28 de enero de 2009 fue apresado el piloto boricua Roberto Henríquez Bougeois, a quien se acusó de transportar pasajeros de forma ilegal hacia su país.
Autoridades se lanzan la pelota
En todos los casos registrados sobre tráfico de personas o drogas vía aérea, las instituciones oficiales se desligan de responsabilidades.
Esta semana José Tomás Pérez, director del Instituto Dominicano de Aviación Civil (Idac) dijo que la entidad que dirige no tiene control previo en cuanto a los vuelos ilegales que se producen desde y hacia el país.
Afirmó que esa es responsabilidad de la Dirección General de Migración, de la Dirección Nacional de Control de Drogas y del Departamento Nacional de Investigaciones. Ha dicho que el trabajo del Idac es garantizar y verificar si el avión autorizado está en condiciones de volar para asegurar la vida de los viajeros y tripulantes. Para ello cuentan con un sistema de verificación de pilotos que es semi manual y aunque se tengan los datos, muchos asuntos se salen de control.
DNCD, Migración y Cesa
De igual modo, la Dirección Nacional de Control de Drogas afirma que su función en los puertos y Aeropuertos es evitar el trasiego de sustancias controladas.
En tanto que la Dirección de Migración y el Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria también delimitan su accionar a las áreas bajo su responsabilidad.
El presidente de la Asociación Nacional de Pilotos, Pedro Domínguez, planteó la necesidad de depurar el sector aeronáutico, incluyendo empleados para evitar la complicidad con los traficantes de drogas y tratantes de personas.
Zoom
Las aeronaves
La mayoría de los casos de aeronaves incautadas por estar involucradas en el tráfico ilegal de drogas y personas son de matrículas extranjeras.
Traficantes a la vista
Las autoridades conocen de personajes que son reincidentes en el tráfico de drogas y personas por los aeropuertos nacionales, pero existe la percepción de que poco hacen para detenerlas.
Tecnología insuficiente
A pesar de que el Gobierno dominicano adquirió un moderno software que permite detectar irregularidades a nivel de pilotos y aeronaves, los vuelos ilegales continúan.