Falta de créditos sacan a agro de competitividad

Falta de créditos sacan a agro de competitividad

El secretario de Agricultura dijo que el financiamiento a la agropecuaria  ha reflejado una tendencia decreciente por parte de las entidades del sistema, dejando a los agentes del sector fuera de competitividad, por lo que anuncio gestiones nacionales e internacionales para que sean incrementados los recursos destinados al crédito agropecuario.

El ingeniero Amílcar Romero  señaló que la errática política económica atribuida a la pasada administración no sólo redujo el crédito a la agropecuaria, sino que disparó la tasa de interés de los préstamos al sector y  estimó urgente hacer esfuerzos para gestionar que el sistema financiero incluyendo la banca internacional y el Banco Agrícola puedan incrementar los recursos destinados al financiamiento a los productores.

Además citó  la implementación de manera formal del Programa Nacional de Pignoración de los principales rubros agrícolas de consumo diario de la población, especialmente arroz, habichuelas, ajo y otros, lo que  deberá lograr la estabilidad de los productores, procesadores, comerciantes y consumidores evitado distorsiones del mercado. «Este programa se fundamentará en la autosuficiencia y en la transparencia», dijo.

El titular de Agricultura, habló durante un encuentro con agro productores en el cual también anunció la implementación del Programa de Apoyo a la Transición Competitiva Agroalimentaria (PATCA) para aumentar la eficiencia productiva de la agropecuaria dominicana, con un financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 61.10 millones de dólares.

Con ese fondo, explicó, el organismo internacional  proveerá apoyo directo al Estado en la adopción de siete tipos de tecnologías, entre ellas, nivelación de suelos, sistema de riego parcelario, cero mínimas labranzas, utilización de vitroplantas, invernaderos de tecnología básica, rehabilitación y conservación de pastizales e introducción de plantaciones arbóreas (frutales y forestales).

«Estas tecnologías están dirigidas a reducir los costos unitarios y al aumento de la productividad de manera sostenible», apuntó.

Explicó  que este proyecto fue concebido para ser ejecutado en 48 meses y se considera como de vital importancia para mejorar la competitividad agropecuaria del país, pero «desafortunadamente, lo heredamos con un atraso de 20 meses».

Aseguró que se han tomado acciones para recuperar el tiempo perdido y se cumple con los requisitos establecidos, por lo que se empezarán a ver los frutos a partir del próximo enero del 2005.

EL COLAPSO

«La crisis financiera y la desacertada política económica del pasado, presionaron al alza de las tasas de interés y el incremento de la tasa de cambio que agudizaron aún más la difícil situación económica del sector. Esta falta de financiamiento oportuno está reflejada al contemplar el comportamiento de la cartera de crédito consolidada de la República Dominicana del año 2003, ascendente a unos RD$ 176,000 millones, de los cuales solamente unos RD$ 10,500 millones, o sea el 6% fue destinado a la agropecuaria».

Romero dijo que lo más dramático es que de ese monto, apenas unos RD$ 3,500 millones equivalentes al 2% fueron canalizados a través del Banco Agrícola.

Eso se ha reflejado, dijo el titular de Agricultura en un lento proceso de adopción tecnológica y un reducido nivel de valor agregado a la producción, con excepción de la producción avícola, la porcina, algunas frutas y hortalizas, café de especialidad, tabaco, banano orgánico y la existencia de algunos productores individuales de alto nivel tecnológico.

«Es decir que, aquellos grupos con acceso al financiamiento han podido adquirir las tecnologías que los hacen eficientes y  competitivos, mientras que los que no han podido, han quedado rezagados y carentes de competitividad.

OPORTUNIDADES

El país tiene en agropecuaria oportunidades, así como fortalezas, debilidades y amenazas.

Dentro de las fortalezas y oportunidades destaco los excelentes puertos y aeropuertos; alto potencial hídrico y adecuada infraestructura de riego; telecomunicaciones de primer orden; capacidad para producir frutas tropicales, flores y vegetales de invierno; estratégica ubicación geográfica, y una  creciente demanda de alimentos de la población turística que ha sido estimada en aproximadamente 300 millones de dólares.

Las debilidades  y amenazas identificadas por el ingeniero Romero y expresadas en su exposición figuran la globalización del comercio; financiamiento limitado y caro; falta de relevo generacional en el liderazgo del sector; alta fragmentación de predios; reducido valor agregado a la producción, deficiencia en gestión agro empresarial y competitividad, productividad y eficiencias bajas, las cuales hay que revertir para convertirlas en fuerzas a favor del desarrollo.

Para dar respuesta a estas dificultades el Gobierno ha iniciado la ejecución de un plan de acción que toma en cuenta la pobreza en la zona rural, la falta de competitividad del sector, el nuevo orden del comercio mundial y especialmente las adversas condiciones económicas encontradas por las actuales autoridades y que han obligado a nuevos ajustes estructurales y fiscales, para retomar la estabilidad macroeconómica que el país perdió en los últimos cuatro años.

«Estas acciones están orientadas a redefinir el rol del sector estatal hacia instituciones que garanticen el crecimiento y desarrollo, incentivando la inversión privada y promoviendo la transformación de la explotación agropecuaria en sistemas con acceso a financiamientos, tecnologías y mercados».

 Instó hacer esfuerzos para gestionar que el sistema financiero incluyendo la banca internacional y el Banco Agrícola puedan incrementar los recursos destinados al financiamiento a los productores.

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