Falta de elecciones aumenta las protestas en mundo vía desarrollo

Falta de elecciones aumenta las protestas en mundo  vía desarrollo

Sangwon Yoon

Malas noticias para los votantes del mundo en vías de desarrollo que están insatisfechos con la situación actual: ¿Dónde están las elecciones para expresar su descontento?

En ningún momento, desde 1998, cuando Asia estaba en medio de un colapso financiero, hubo tan pocas ocasiones para concurrir a las urnas, según datos recopilados por Bloomberg y la Fundación Internacional para Sistemas Electorales. Las elecciones de mayor importancia de este año se realizarán sólo en cinco de los 46 países clasificados por MSCI como mercados emergentes y fronterizos. En 2015 eran más del doble y el 2014 fue un año récord tras las elecciones generales en la India.

La desaceleración del crecimiento, la baja en los precios del petróleo y el aumento de la deuda dejaron expuestos a estos países, principalmente dependientes de los productos básicos, tras una década de auge. Las divisas se están desplomando con el alza de las tasas de interés de Estados Unidos y China comienza el año con una liquidación.

Sólo en Taiwán, Filipinas y Perú los votantes tienen voz en la elección de un nuevo presidente. En tanto, Rusia y Corea del Sur celebrarán votaciones legislativas.

En Brasil, donde la economía se sumerge en su peor recesión en más de un siglo, los manifestantes tomaron las calles para exigir la destitución de la presidenta Dilma Rousseff debido a la corrupción generalizada, las deficientes condiciones de los servicios públicos, los altos precios y la mala administración económica. Sin una mejora visible, las protestas se reanudarían.

“La evidente ausencia de válvulas de escape electoral a nivel nacional aumenta los riesgos de inestabilidad y gobernanza disfuncional”, se lee en el informe Top Risks 2016 de la firma de investigación y consultoría de riesgo político Eurasia Group. “Debido al menor crecimiento y al estancamiento de los estándares de vida que activan el descontento popular, la gobernanza y la estabilidad se verán afectadas”.

Rusia y Corea del Sur. En Rusia, una carrera legislativa tiene poco peso en un sistema donde todo el poder recae en las manos del presidente Vladimir Putin. La votación de abril en Corea del Sur por los escaños en la asamblea nacional sólo puede ofuscar el clima político ante las decisivas elecciones presidenciales a fines de 2017: una victoria de las fuerzas de la oposición dejaría a la administración de Park Geun-Hye sin posibilidad de reelección.

En Argentina, las elecciones de octubre confirmaron a Mauricio Macri, un ganador inesperado propenso a deshacer el legado económico de su predecesora, incluyendo la suspensión de los controles a las divisas. Muchos inversores señalan que se necesita una reforma similar en Brasil y Sudáfrica, donde existe frustración con los líderes electos, pero no hay votaciones previstas.

Brasil y Sudáfrica. “Brasil, Sudáfrica y Rusia son los países que necesitan reformas”, dijo Simon Quijano-Evans, jefe de estrategia de mercados emergentes de Commerzbank AG en Londres.

Para la mayor economía de Latinoamérica la preocupación recae en cómo Rousseff, aún con tres años por cumplir como presidenta, puede sacar a Brasil de la recesión mientras elude procesos penales y con niveles de aprobación que llegaron a un mínimo histórico. Los legisladores se muestran menos dispuestos a aprobar reformas y alzas tributarias, mientras las investigaciones sobre corrupción involucran a las mayores empresas y a los políticos del país.

Los sudafricanos pueden canalizar parte de su insatisfacción con el presidente Jacob Zuma y su Congreso Nacional Africano regente en los comicios municipales este verano. No obstante, para que Zuma deje su cargo deberán esperar hasta el 2019. Una encuesta realizada en noviembre registró una desconfianza pública en el presidente que llegó a un récord de 66 por ciento. Un mes después, Zuma llevó a los mercados a caer en picada al despedir a dos ministros de Finanzas.

El envejecimiento de líderes en algunos países, como Omán y Tailandia, plantea la opción de un cambio de régimen. La salud del primer ministro de Omán, el sultán Qaboos de 74 años, en el poder durante cerca de cinco décadas, es fuente de especulación tras ocho meses de ausencia debido a un tratamiento médico que lleva a cabo en Alemania.

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