La Escuela Primaria Sixto Luna Luna, en La Guama, de Blanco Arriba, Tenares, provincia Hermanas Mirabal, está dividida en dos. Una edificación acoge los niveles inicial y básico, y en medio una vieja rancheta rodeada de malezas para el nivel secundario debido a la falta de espacio en el plantel escolar.
Al llover en el rancho las clases deben ser suspendidas por no tener un techo que proteja a los 57 estudiantes de los insectos y los potentes rayos del sol, informó Aníbal Gil, director del centro.
Indicó que el espacio era un club utilizado para realizar actividades de la comunidad, el cual por decisión de sus habitantes fue concedido para que los estudiantes del bachiller no pierdan clases.
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Debido a su limitado espacio, un grupo asiste presencial y otro toma clases virtuales para no generar contratiempos en el calendario escolar.
Narró cómo el miedo arropa a los docentes ante un posible colapso de la infraestructura debido a las amenazas naturales que constantemente ocurren en la zona por estar ubicada en las proximidades del Peñon de la Cordillera Septentrional.
Otro factor que agrava el desarrollo del aprendizaje es la falta de condiciones higiénicas adecuadas.
Una letrina sin lavamanos ni inodoros, sirve como baño para los niñas y niños donde realizan sus necesidades, una situación que pidió cambiar con el interés de poder disponer en el futuro de baños más dignos.
Mientras, en el otro extremo del rancho, se encuentra la edificación que alberga el nivel inicial y el básico.
Se observan precariedades, salones deteriorados, butacas arrumbadas y falta de espacio limitando el funcionamiento del centro. A pesar de los problemas el mayor reto que enfrentan es la sobrepoblación estudiantil existente, un problema que dice Gil arrastran desde hace años, pues pese a las denuncias no obtienen soluciones.
Señaló además que la mayoría de las paredes están sin terminar dejando grandes espacios a la intemperie junto con ventanas rotas, puertas de baños con alambrado y butacas de rotas.
Se nota también una ausencia de áreas para las actividad recreativas y físicas sin canchas y banquetas para sentarse para los niños del nivel inicial, que tiene una cantidad de trece estudiantes y mientas el básico con 50.
Mejor infraestructura para niños discapacitados
En la escuela, Cristóbal de 14 años, cursa el sexto grado y tiene dificultades visuales. Las autoridades del centro habilitaron el primer nivel para mejor movilidad de Cristóbal en el entorno ya que la edificación carece de rampas y señalizaciones que faciliten su paso.
Gil clama a la sensatez de las autoridades para responder a las necesidades de la escuela y garantizar el futuro de los estudiantes