Falta de espontaneidad perjudica a Obama

Falta de espontaneidad perjudica a Obama

WASHINGTON. AP. Las bromas en torno al uso del teleprompter por parte de Barack Obama son una constante desde que asumió la presidencia.  El comentarista conservador Rush Limbaugh se burla en la radio. El primer ministro italiano Silvio Berlusconi comentó el asunto en una cumbre internacional.

El propio Obama dice que prefiere tener apuntes al hablar con la prensa.  El tema, no obstante, ha dejado de ser algo divertido y se está convirtiendo en un símbolo de algo mucho más grande. Hay quienes dicen que refleja un aislamiento de la gente. 

La republicana Sarah Palin explotó el asunto durante el fin de semana al decir que el movimiento conservador Tea Party “es algo mucho más grande que un tipo carismático con un teleprompter”. 

El comediante Jon Stewart mostró hace poco en su programa “The Daily Show” un video de Obama en un estrado, flanqueado por pantallas de teleprompters, durante una presentación en una escuela primaria.  “¨Instalas un podio presidencial y un teleprompter para hablar ante chicos de sexto grado?”, preguntó incrédulo Stewart, quien rara vez critica a Obama. 

La Casa Blanca restó importancia al asunto y dijo que Obama usó los apuntes para hablar con la prensa, no con los estudiantes. 

Obama no es el único miembro del equipo presidencial que está siendo criticado por su falta de espontaneidad. El martes, el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs se presentó a una rueda de prensa con un par de recordatorios escritos en su mano: “cambio”, “esperanza”.  Gibbs hizo notar que la propia Palin, al hablar el sábado en Nashville, tenía apuntes escritos en su mano: “energía”, “impuestos”, “levantarle el ánimo a la gente”. Al responder a una pregunta, Palin se miró la mano en busca de ayuda.  Todo parece bastante ridículo.  Pero a veces este tipo de cosas intrascendentes adquiere una dimensión más grande porque reflejan problemas más profundos.

No se comunica

El propio Obama ha reconocido que sus problemas políticos derivan en parte del hecho de que no se está comunicando bien con la gente, que todavía sufre los efectos de la recesión.  “Perdimos un poco la capacidad de hablarle directamente a la gente sobre las cosas que más le importan”, manifestó Obama luego de que los demócratas cedieron una banca clave en el Senado.  Los detractores de Obama sostienen que su apego el podio y el teleprompter simbolizan precisamente ese distanciamiento de la gente.

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