Falta de gestión ha generado pérdidas millonarias al INAPA

Falta de gestión ha generado pérdidas millonarias al INAPA

En el país se cobra menos del 10 por ciento del agua que sirve el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) a millones de hogares de familias dominicanas, no solo porque el ciudadano no la paga, sino por falta de gestión o por arcaicos sistemas para cobrar el servicio.

Aunque el director de la institución, Alberto Holguín, asegura que esa situación ha ido cambiando en su gestión, “todavía se cobra el servicio de agua potable con tres papelitos”. Ejemplo: si el usuario abona mil pesos a la factura, el empleado del INAPA le da un comprobante por esa cantidad y depende de la honorabilidad del servidor si reporta a la institución los mil pesos que recibió o simplemente altera el documento y reporta 100 pesos.

“Desde que asumimos el cargo hemos contratado instituciones nacionales e internacionales para transformar la institución. Aquí no había procedimiento administrativo, ni transparencia en el manejo de recursos, ni planificación, ni tecnología apropiada. Incluso, la estructura física de la institución mostraba signos de deterioro y descuido”.

Holguín refiere que antes en cualquiera de las 115 oficinas a nivel nacional de la institución, se presentaban situaciones incómodas. “Daba vergüenza entrar a una oficina del INAPA, incluyendo la sede principal. En cualquier oficina podías encontrar una joven sentada en un block, con rolos en el pelo, en un ambiente de deterioro, con playwood deteriorado, documentos mojados tirados en el suelo, goteras en las paredes… en fin, un ambiente inhóspito”.

Actualmente, dijo el funcionario, se modernizan las instalaciones, oficinas modernas con soporte tecnológico, con conexiones de todo lo que se hace con la sede central. “Estamos en el proceso de cambio”.

Industria compleja. El INAPA regularmente toma agua de la parte alta de una montaña, con una estructura trazada al río en un lateral de difícil acceso, con tuberías grandes y fuertes. El agua es conducida a una planta de tratamiento. Una planta de tratamiento que convierte esa agua del río, usualmente contaminada, en agua potable.

Holguín asegura que después del proceso, el agua tratada “es más buena y saludable que la que compramos en botellones, porque es una agua rica en minerales. Producimos esa agua potable y luego la canalizamos hasta tanques de almacenamiento y de control de presión. Luego la distribuimos a los hogares”.

“Captamos el agua que usa el ciudadano, con tuberías más grandes y zanjas más profundas, y conducirla por gravedad a una planta de tratamiento y convertir esas aguas contaminadas en aguas que tengan las condiciones para devolverla a la naturaleza sin hacerle daño. Ese proceso, esa industria nuestra, es compleja”.

El funcionario dijo que el INAPA cobra el servicio que ofrece a la ciudadanía, aunque reconoce que “somos una industria compleja, donde la infraestructura nuestra está en las calles, en los montes, en las lomas, dispersas por todas partes, a expensas de que cualquier mal ciudadano puede causar daños”.

Resalta logros. “El país no tenía profesionales con experiencia en el manejo de empresas de gestión. ¿Qué estamos haciendo? Estamos descentralizando el INAPA, creando unidades regionales, provinciales, con una gerencia que es evaluada por resultados.

Desde que asumimos el cargo hemos contratado instituciones nacionales e internacionales para transformar la institución. Aquí no había procedimiento administrativo, ni transparencia en el manejo de recursos, ni planificación, ni tecnología apropiada. Incluso, la estructura física de la institución mostraba signos de deterioro y descuido.

Eliminamos los famosos tesoreros, personajes con influencia política que solían ser contratados por amigos o allegados del director del INAPA y se les asignaban áreas para cobrar dinero a nombre de la institución.

Aquí se perdían alrededor de 50 millones de dólares al año por falta de gestión en el INAPA. No podemos darnos ese lujo en un país pobre como el nuestro. Por eso estamos creando las condiciones instituciones para evitar que se repita esa situación”.

Obras, préstamos. Holguín se refirió a la construcción de grandes obras que se construyen por empresas internacionales a un costo de miles de millones de dólares y comentó que “esos préstamos vienen del exterior como incentivo a las exportaciones del país de origen”.

Se estima que entre el 60 o 70 por ciento de los recursos se quedan en el país de origen, de modo que el país le sale más cara la obra y no disfruta del beneficio económico del dinero que genera la obra. Solo se obtiene el beneficio de la infraestructura.

Actualmente el INAPA invierte 145 millones de dólares en estructura en la parte más pobre de la población. El financiamiento proviene del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Hay diez obras pequeñas que se construyen con fondos de esa institución para inaugurarlas antes del 16 de agosto de este año.

“Estamos haciendo grandes inversiones en los barrios periféricos, porque cuando se construyen grandes acueductos con empresas internacionales, los barrios periféricos quedan fuera”, sostuvo.

 

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