El flujo de haitianos que acude a la embajada de esa nación en Santo Domingo se incrementó ayer al igual que las expresiones de disgustos con los diplomáticos de esa legación, de los cuales, dijeron no dan atenciones ni ofrecen facilidades para poder trasladarse a su país a fin de conocer la situación de sus parientes.
Aun no se ha restablecido la comunicación por la vía telefónica y la cantidad de vehículos procedentes de Haití se ha reducido, lo que hace más difícil establecer contactos con familiares o amigos, según manifestaron a la prensa nacionales haitianos.
Entre las dificultades que alegan los haitianos que viven en Santo Domingo está que carecen de documentos legales y temen que al cruzar la frontera no puedan regresar a territorio dominicano.
Además citan la falta de recursos económicos y demandan que la embajada haitiana le otorgue una certificación que explique su situación en la República Dominicana para que no se le impida retornar.
Reporteros de este diario gestionaron, sin éxito, una entrevista con el embajador de Haití, Fritz Cinéas o con algún ministro, pero no hay acceso siquiera a una secretaria, en la recepción solo ofrece servicio un agente de seguridad que prohibe entrar con cámaras a fotógrafos y camarógrafos.
Este agente se limitó ayer a decir que todo el personal de la embajada se encontraba en una reunión.
Se observó un aumento en el número de oficiales y agentes de la Policía prestando servicio de seguridad en la sede diplomática.
Nosotros en estos momentos estamos todavía sin saber la situación de nuestros familiares en Haití, y estamos sin un centavo y sin facilidades para poder llegar hasta allá, expresó Mauricio Braus, quien se quejó por la falta de atención en la embajada.
Los jefes de aquí -las autoridades de la embajada- son malos, uno está desesperado porque no sabemos dónde están nuestras familias en Haití y mi pasaporte no tiene visa, manifestó Felipe Antonio Pie, quien lleva siete años residiendo en el país, vende fruta y estudia.
En El Caliche
En el sector El Caliche, de Cristo de Rey residen familias haitianas que viven en la incertidumbre porque desconocen el paradero de sus familiares.
Lourdes Simó, una doméstica haitiana que lleva 10 años viviendo en el país ha formado una familia y tiene una hermana en Los Praditos, ambas ignoran la situación de sus familiares, temen lo peor porque estos viven en Carrefur una de las zonas más afectada por el terremoto.
Igual preocupación invadía a María Batiste, María Maurine y Guy Estirus, todas tienen familias residentes en Puerto Príncipe y temen lo peor. Nadie sabe nada.
Berkins Regis
Haití nos necesita
Los estudiantes de Haití estamos angustiados porque no tenemos una información clara de nuestros familiares, todos estamos estresados, pero tratando de mantener la calma. Así resume Berkins Regis, de la Asociación de Estudiantes Universitarios de Haití, el sentimiento de los miles de alumnos inscritos aquí. Sabemos que Haití nos necesita, continuó el joven, quien dijo que la tragedia que impactó a ese país el martes es prueba de que se requiere de toda la ayuda internacional posible. Dijo que hasta el momento solo algunos han sabido de sus familiares en Haití, pero a través de conocidos que llaman desde Estados Unidos y que les transfieren los mensajes de sus seres queridos. Empero, enfatizó, que la mayoría no sabe todavía nada. Comisiones de estudiantes de ingeniería y medicina partieron ayer hacia Haití.