La industria dominicana del dulce enfrenta serias dificultades para cumplir sus compromisos de exportación, primero, por la falta de materia prima y los altos precios de los insumos y segundo, por la crisis energética.

En el último mes, ese sector vio reducir su producción y exportación en más de un 50 por ciento y se teme que si la situación sigue como está, algunas fábricas tengan que cerrar sus puertas.

«Hay empresas que están en situación de extrema precariedad, por falta de materia prima, el aumento de la tarifa eléctrica y encima de eso, los apagones. Prácticamente las industrias de dulces que exportan, están al borde de la desaparición», puntualizó el director de la Asociación Nacional de Industrias del Dulce (ASODULCE), Atahualpa Domínguez.

Afirmó que los clientes extranjeros de las empresas locales, ya no aguantan los precios tan altos a que se cotizan los productos dominicanos.

Mientras el productor local no encuentra la forma de abaratar sus costos, porque produce con muchos factores en contra, entre estos, los altos precios de la materia prima, del servicio energético, que además es deficiente, y ni hablar del dinero que es muy caro, sus competidores internacionales trabajan en condiciones contrarias a las dominicanas, dijo Domínguez.

Abogó porque la industria del dulce tenga acceso a materia prima a precios del mercado mundial.

Dijo que uno de los principales problemas de ese sector, es que no tiene acceso director al mercado del azúcar a precio razonable.

«No estamos abogando porque se abra el mercado del azúcar en República Dominicana, pero si porque a la industria del dulce se le reconozca el derecho de comprar ese producto a los precios del mercado mundial, por lo menos para la elaboración de productos para la exportación», señaló.

Indicó que en estos momentos los industriales del dulce deben enfrentar una competencia abierta en el marco de los acuerdos de libre comercio con Centroamérica y el Caribe y próximamente con Estados Unidos, por lo que se requiere aumentar su competitividad.

Las autoridades dominicana deben buscar todos los recursos que estén a su alcance para mejorar la competitividad del aparato productivo nacional, ya que en las actuales condiciones es difícil competir en un mercado abierto.

«No estamos diciendo que a la industria del azúcar, que es un sector muy importante, se le tire por la borda, jamás, pero queremos que se entienda que hay un sector que no puede seguir sujeto a un sistema monopólico y oligopólico de oferta», indicó.

Opinó que se requiere de que por lo menos, el azúcar que la industria del dulce emplea en la elaboración de los productos que exporta, se le permita importarla cuando lo crea necesario, sin necesidad de hacer malabares y perder tiempo en la búsqueda de una materia prima que al ser procesada, le aportará divisa al país.

«Ahora mismo la agroindustria que emplea azúcar como materia prima básica, ha reducido su producción en un 50 por ciento y existe el grave peligro de que sus exportaciones se caigan definitivamente», dijo.

Agregó que en el país hay empresas que llevan más de 20 años exportando, pero que ahora enfrentan problemas para cumplir con sus compromisos, porque ya sus clientes no aguantan más alzas en los precios de los productos que les ofertan.

Según Domínguez, ese sector de la producción beneficia a una gran cantidad de subsectores, entre estos los productores de frutas, vendedores ambulantes y microempresas.

«Esta es una industria que genera mucho valor agregado nacional, porque su impacto no es sólo en el plano industrial, sino que también tiene que ver con la generación de empleos y recursos económicos en el campo», dijo.