Alrededor del 80 por ciento de los dominicanos reside en las ciudades que han crecidos de manera desordenadas debido a la falta de un plan de ordenamiento territorial, lo que provoca serios problemas en el tránsito vehicular, inseguridad, violencia y deficiencia en los servicios fundamentales.
Así reflexionaron ayer durante un panel con motivo del Día Mundial de las Ciudades: Domingo Matías, viceministro de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Regional del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD), la arquitecta urbanista Maribel Villalona, coordinadora general del Plan Estratégico de Desarrollo Municipal de Santo Domingo Norte; así como el secretario general de la alcaldía de La Vega, Francisco Joel Martínez.
Matías recordó que en la década de los 60 la República Dominicana tenía un 30 por ciento de población urbana y un 70 por ciento que habitaba en la zona rural.
Sin embargo, señaló, en los actuales momentos el 80 por ciento de la población dominicana reside en las ciudades, mientras apenas el 20 por ciento en la zona rural.
Deploró que mientras la migración del campo a la ciudad es un fenómeno que no se detiene, estas últimas crecen sin ninguna regulación, lo que provoca problemas en el transporte, inseguridad ciudadana, falta de agua potable y alcantarillado sanitario, salud, educación, energía eléctrica y otros.
Además, apunta, el medio ambiente se ve muy afectado, pero que en aquellos municipios de vocación agropecuaria la expansión urbana lo está destruyendo.
Atribuye la migración masiva del campo a la ciudad a que el crecimiento económico se sustenta en las urbes, como el turismo, la comunicación e infraestructuras, por lo que estima debe haber una redistribución de la riqueza hacia la zona rural para que la gente se mantenga en su lugar.
“Para nosotros es de sumo interés que el crecimiento de las ciudades sea regulado, se haga con criterio de sostenibilidad ambiental y territorial”, expuso Matías.
Por eso, estima, La Ley de Ordenamiento Territorial que cursa en el Congreso, aprobada ya por el Senado de la República, contribuirá a que las ciudades puedan ser regularizada, lo que contribuiría también el proyecto Santo Domingo 2050, que anunció recientemente el presidente Luis Abinader.
Sin la ejecución de Santo Domingo 2050, dentro de unos años la Circunvalación de esta demarcación sería arrabalizada por asentamientos humano, industriales y de otras índoles, dejando de cumplir el rol para la cual se construyó.
Considera que lo importante es que ahora existe una voluntad política y social de que urge la aprobación de la Ley de Ordenamiento Territorial para que las ciudades no continúen creciendo de manera desordenadas.
De su lado la urbanista Maribel Villalona atribuye los focos de violencia e inseguridad en Santo Domingo Norte al crecimiento desordenado, ya que crece sin ninguna regulación.
Precisamente los lugares donde se produjeron los recientes acontecimientos como Mata Los Indios, Vietnam y otros, gran parte de las viviendas se asientan en terrenos ocupados, sin ninguna regla, de ahí que se observen calles muy estrechas y vivienda muy pegadas una de otra.
Indica que actualmente Santo Domingo Norte es una ciudad fragmentadas, entre lo informal y lo formal, muy compleja por una topografía muy accidentada, precisamente donde se asienta la parte informal.
Resaltó como de los grandes valores de SDN los ríos Ozama e Isabela, con sus humedales, que todavía conservan el verdor que hay que preservar como una de sus mayores riquezas.
Explicó que con la división del gran Distrito Nacional se encarecieron los suelos en la ciudad, por lo que la población comenzó a emigrar hacia Santo Domingo Norte o Santo Domingo Este, pero da manera desordenada, por eso, se ocupan suelos irregulares, arrabalizados que luego generan violencia e inseguridad.
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