POR MANUEL JIMÉNEZ
El general Antonio Imbert Barreras advirtió ayer que LA justicia debe actuar frente a los casos de corrupción y planteó que si se sigue retrasando la depuración de las Fuerzas Armadas y la Policía “aquí nadie sabe a dónde vamos a parar”. “¿Dónde vamos a parar? ¡Por Dios!”, dijo el Héroe Nacional, sobreviviente de la gesta del 30 de mayo de 1961 que terminó la tiranía que encabezó Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Al salir de sus oficinas en la segunda planta del Palacio Nacional, Imbert Barreras dijo que siente preocupación por los casos de militares y policías que se han visto implicados en actividades del narcotráfico y otros delitos. La depuración se debe hacer, dijo, “porque si no lo hacen vamos a sufrir las consecuencias”.

El héroe del 30 de mayo Dijo que está preocupado por la falta de sanción penal y las frecuentes denuncias de corrupción que se formulan en los gobiernos sin que la justicia se aplique en forma “dura” tanto para los militares que delinquen como para aquellos funcionarios públicos responsables de actos en perjuicio del Estado.

“Deben ser castigados todos, todo el que coja lo ajeno, porque es el pueblo quien paga las consecuencias, el pueblo que paga sus impuestos. Todos tienen que ser castigados, pero castigados de verdad”, dijo Imbert Barreras.

Cuando se le preguntó en torno a los actos de corrupción que se atribuyen a funcionarios del gobierno anterior, Imbert Barreras pidió que “digan quiénes son. Estoy loco que digan quiénes son, porque se mencionan muchísimos, pero ¿dónde están?”

Imbert Barreras favoreció que en las Fuerzas Armadas y en la Policía se aplique una profilaxis para dejar únicamente a los que son dignos de llevar el uniforme.

Este proceso debe hacerse porque de lo contrario “¿a dónde vamos a llegar nosotros? ¿El país a dónde va? Todo esto es grave, porque la droga deja mucho dinero.”

Se refirió a los casos en que efectivos del Ejército y de la Marina adscritos al Cuerpo de Seguridad Aeroportuaria han sido implicados en acciones del narcotráfico en los aeropuertos de Punta Cana y Las Américas.

Advirtió que estos males se han adueñado de muchos sectores que consideró “están  perdidos”, como los barrios de la capital “y los que no son barrios también”.

“Vamos a esperar que Dios ayude con eso”, dijo el Héroe Nacional tras acceder al pedido de periodistas acreditados a la fuente del Palacio Nacional para que respondiera algunas preguntas.

En torno a las versiones de que militares de alto rango han estado involucrados con el narcotráfico, Imbert Barreras pidió esperar que “pasen la causa para saber quiénes son, porque no me puedo adelantar porque esa no es mi área”.

“¿Qué usted cree si a esto no se le pone fin y no se juzga a los que tienen la responsabilidad? ¿A dónde vamos a parar en nuestro país? ¿A qué va a parar esto?”, preguntó el general Imbert Barreras.

Agregó que, sin embargo, la mayoría de los integrantes de las Fuerzas Armadas y la Policía “son gente buena” y favoreció que simultáneamente con la depuración se creen incentivos como un aumento de salario.

Una periodista comentó a Imbert Barrera que un raso de la policía gana poco más de dos mil pesos al mes. “¡Dos mil pesitos!”, dijo el general.

Imbert Barreras dijo que tiene informes de que un rancho a la orilla del río Ozama paga entre RD$600 y RD$700 mensuales y que los ocupan familias con cuatro y cinco hijos.