POR LUIS M. CÁRDENAS
El director de Aduanas, Miguel Cocco, advirtió anoche que cuanto más tiempo se pierde en la aprobación de la reforma tributaria habrá mayores perjuicios para los sectores que tienen el control del aparato económico.

Manifestó que son los más perjudicados porque el Estado está en actitud de renunciar a recursos que ingresan al proceso productivo para intercambiarlo al final.

El funcionario intervino en varias oportunidades en un taller para empleados de las aduanas, ofrecido por Eduardo Rodríguez, subdirector técnico, y Patricia Mejía, asesora técnica, y Carlos Martínez, funcionario de Aduanas.

Manifestó que el gobierno está ofreciendo el desmonte de tributos como la comisión cambiaria y aranceles, razón por la cual entiende que el pueblo tiene derecho a recibir por la vía del gobierno los tributos a que renunció a principio del proceso productivo.

Dijo que el poder económico no entiende que el mundo ha cambiado, que no es posible mantener una relación donde los sectores económicamente favorecidos pagan 18% del impuesto y los sectores más pobres y clase media 82%.

El director de Aduanas al concluir un taller con la participación de empleados de aduanas sobre el Tratado de Libre Comercio, dijo que es legítimo que el Estado aspire a que la reforma sea neutra, que lo que le quiten por un lado sean satisfechas por otro nicho tributario.

Sin embargo, considera que la reforma no debería ser neutra y que debe grabarse más a los inversionistas y al capital porque han sido los sectores favorecidos tradicionalmente.

Entiende que es imposible pretender que el Estado renuncie a recursos que van a ser dirigidos a los sectores más empobrecidos de la población.

Manifestó que en los últimos cinco años la pobreza ha crecido de una manera exorbitante, igual que la indigencia absoluta y el único mecanismo que tiene el Estado y el pueblo dominicano para ejercer una justicia retributiva son los impuestos.

Dijo que la posición que ha mantenido el gobierno es que la reforma fiscal no puede restarle ingresos al gobierno, razón por la cual tiene que buscar mecanismo para acceder a nuevos nichos tributarios.

Explicó que el personal de la institución tiene que estar a tono con los tiempos, porque quien no asuma su rol será separado de la administración aduanal.

Manifestó que no se trata de un problema simplemente interno, sino que su inobservancia, inoperancia trascienden las fronteras nacionales.

Dijo que esto crea una obligación mucho más absoluta de la que se tiene hoy como servidores públicos al servicio de un proceso recaudador.