Falta servicio cardiológico en hospitales

Falta servicio cardiológico en hospitales

POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
El país no tiene lista de espera para las enfermedades cardíacas y otras denominadas «catastróficas», por lo que los pacientes pobres se mueren y se deterioran en espera de soluciones, según dijo ayer el jefe de la emergencia de cardiología del hospital Salvador B. Gautier.

El cardiólogo Fulgencio Severino se expresó en esos términos, al comentar un reportaje de Santiago donde se reporta la lista de espera de ciento de niños que requieren cirugías cardíacas.

«En el país no hay registro de las personas que requieren cirugías cardíacas y el Estado no tiene respuesta a ese problema», precisó el cardiólogo.

Manifestó que hablar de una lista de espera es hacerse la idea de un país organizado, cuando la realidad es que la gente va a los hospitales y no tiene esperanza de poder realizarse un procedimiento para enfermedades cardíacas u otras que requieren especialidad.

«Cientos de niños del Cibao con enfermedades cardíacas congénitas están a la espera de que se les someta a cirugías cardíacas que no se han podido realizar en el hospital Arturo Grullón y la Fundación Corazones del Cibao», sostiene el reporte del periodista Anselmo Silverio.

De acuerdo a un estudio realizado en el país por el cardiólogo infantil, Gustavo Lazala, las cardiopatías congénitas o enfermedades del corazón constituyen la cuarta causa de mortalidad infantil.

Esas enfermedades constituyen el tercer lugar en muertes intrahospitalarias y la octava causa de hospitalización, sostiene el estudio de Lazala.

El año pasado nacieron 137,233 niños y niñas, de los cuales 1,097 registraron alguna cardiopatía.

El Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo concentran el mayor número de casos, por razones de densidad poblacional.

En ese hospital de referencia nacional, la principal causa de mortalidad la constituyen las infecciones respiratorias.

En el año 2002 fallecieron 73 menores a causa de enfermedades cardíacas en el hospital Robert Reid Cabral, pero no existen políticas estatales de prevención ni tratamiento para esta población, sostuvo el especialista.

De los 73 menores que fallecieron por cardiopatías congénitas, 16 tenían de uno a cinco años y 12 correspondían a las edades de 5 a 14 años y éste último grupo tiene el segundo lugar en mortalidad.

Unas 117 muertes correspondieron a infecciones respiratorias y 99 a infecciones diversas.

En la región I de salud, es decir, San Cristóbal, Peravia y Azua, se registraron 143 casos para un 13 por ciento, mientras que la región II, o sea, Puerto Plata, Santiago y Espaillat, se registraron 128 casos, lo que constituye el 11.6 por ciento.

Las enfermedades cardiovasculares congénitas más frecuentes son las ancianógenas, aquellas que no producen cianosis.

La comunicación intraventricular es otra de las enfermedades que se producen con mayor frecuencia y está registrada con un 22 por ciento, así como la comunicación intraventricular con estenosis, que el niño no se pone morado.

También es frecuente la persistencia del conducto arterioso.

Las enfermedades del corazón que producen color azulado en la piel de los infantes son la tetralogía de fallot y la transposición de grandes vasos.

La situación de los niños que nacen con cardiopatías al año y cuyo problema se agrava por falta de respuesta estatal se empeora y constituye un problema de salud pública.

Las deficiencias del sistema de salud llevan a que la gente que tiene ese tipo de cardiopatías se evalúe hasta tres veces. Al final termina buscando gente que se evalúa hasta tres veces, sostiene el docto Severino.

A su juicio, se trata la inequidad que impide que numerosos dominicanos accesen a los servicios de salud.

Otras enfermedades de menor complicación son todavía peores, por ejemplo, la gente no se trata por una prótesis de pierna o de cadera, dijo.

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