Faltan ajustes en los municipios

Faltan ajustes en los municipios

La informalidad y falta de transparencia se han impuesto como norma en los gobiernos municipales. El año pasado, apenas el 20 por ciento de los ayuntamientos rindió cuentas de sus ejecutorias financieras, como ordena la ley. Por lo general, tampoco cumplen con las pautas de distribución de gastos y no son capaces de generar el 10% de sus ingresos por medio de captaciones directas como lo establece la Ley 176-07. En fin, hay desparpajo en el manejo de estas normas éticas y de buena administración.
La Cámara de Cuentas y el PNUD entienden que ha llegado el momento de revisar el marco jurídico de las municipalidades con el propósito de incluir en esas pautas un régimen de consecuencias para sancionar la violación del requisito que dispone la rendición de cuentas sobre la gestión municipal. Más allá del aspecto legal y formal, es necesario procurar que sea menor y menos determinante la influencia de los partidos políticos en estas corporaciones.
Con tal de tener las manos libres, muchos ayuntamientos permiten que el Poder Ejecutivo les recorte la asignación que les corresponde por ley y que asuma tareas que corresponden a la autoridad municipal. Es indudable que hay que revisar el marco jurídico que rige a las corporaciones edilicias y establecer un riguroso régimen de consecuencias para frenar tanto libertinaje.

Precauciones sanitarias

Las severas inundaciones ocasionadas aquí y en Haití por el huracán Matthew ponen la isla ante riesgo casi inminente de brotes de enfermedades infecto contagiosas como diarrea aguda, leptospirosis y cólera. Ante esa probabilidad, el Ministerio de Salud Pública ha puesto en marcha un plan preventivo que para resultar efectivo, necesariamente tiene que contar con el respaldo de la población y el apoyo logístico de diversas instituciones del Estado.
Para aminorar la posibilidad de brotes infecciosos, en los hogares y las escuelas hay que extremar las normas de higiene en la manipulación de alimentos. Los ayuntamientos deben garantizar una adecuada disposición de desperdicios sólidos, y la población debe contar con suficiente suministro de agua potable. Definitivamente, la prevención es la mejor de las curas.

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