Richard J. Poster cumplió una sentencia en prisión por pornografía infantil, violó su libertad condicional al tener contacto con niños, reconoció masturbarse entre los arbustos cerca de un colegio católico y en 2005 fue incluido en el registro de agresores sexuales.
Sin embargo, apenas este mes el sacerdote católico fue agregado a la lista de miembros del clero sobre quienes pesan señalamientos creíbles de pederastia, después de que The Associated Press preguntara por qué no estaba incluido.
Desde hace mucho tiempo, los defensores de las víctimas han criticado a la Iglesia católica por no publicar los nombres de los sacerdotes sobre quienes pesan denuncias creíbles. Ahora, a pesar de la publicación de las diócesis de casi 5.300 nombres, la mayoría en los últimos dos años, los críticos dicen que las listas siguen muy incompletas.
Un análisis de AP halló que más de 900 miembros del clero señalados por abuso sexual infantil no estaban en las listas publicadas por las diócesis y órdenes religiosas en las que sirvieron.
La AP llegó a ese número al comparar dichas listas con las bases de datos de sacerdotes acusados registrados por el grupo BishopAccountability.org y luego rastrear documentos de bancarrota, demandas, información de acuerdos, informes de jurados investigadores y reportes de la prensa.
Más de un centenar de exmiembros del clero que no estaban en las listas de las diócesis u órdenes religiosas han sido denunciados por delitos sexuales, entre ellos violación, solicitar relaciones sexuales y recibir o ver pornografía infantil.
Además de eso, AP encontró cerca de 400 sacerdotes y miembros del clero adicionales acusados de abusos mientras servían en diócesis que todavía no publican listas.
“Nadie debería pensar ‘Ah, los obispos publican sus listas, no queda más por hacer’”, dijo Terence McKiernan, cofundador de BishopAccountability.org, un grupo que durante casi dos décadas ha monitoreado la crisis de abusos y ha etiquetado a los sacerdotes acusados.
Funcionarios eclesiásticos alegan que ante la ausencia de una admisión de culpa, tienen que sopesar publicar el nombre y dañar la reputación de sacerdotes que pudieron haber sido acusados falsamente. Al identificar a los sacerdotes acusados, señalan, también se prestan para demandas de quienes afirman ser inocentes.
Algunas diócesis han excluido toda una clase de miembros del clero de sus listas: sacerdotes de órdenes religiosas, sacerdotes fallecidos que sólo tuvieron una acusación en su contra, sacerdotes ordenados en otros países y, en ocasiones, diáconos o seminaristas expulsados antes de ser ordenados.
Otros, como Poster, fueron excluidos por tecnicismos.
El nombre de Poster no se incluyó cuando la diócesis de Davenport, Iowa, publicó la primera lista de una veintena de sacerdotes con señalamientos creíbles en 2008. La diócesis dijo que su delito de poseer más de 270 videos y fotografías de pornografía infantil en la laptop de su trabajo no calificaba originalmente como ofensa porque no había una víctima directa.
Menos de un año después de ser liberado de prisión, reconoció haberse masturbado entre los arbustos de una propiedad de la Iglesia, que colinda con una secundaria católica. Aun así, la diócesis no lo incluyó. Adicionalmente, luego violó los términos de su libertad condicional al reconocer que tuvo contacto con menores de edad.
La pornografía infantil se incluyó en su estatuto de abuso infantil en 2011 y, aunque la diócesis prometió que actualizaría su lista de agresores como requerido por un plan de bancarrota aprobado por la corte, nunca incluyó a Porter.
“Fue un descuido”, dijo a la AP el diácono David Montgomery, vocero de la diócesis. Se mantuvo informada a la gente sobre el caso a través de comunicados de prensa publicados desde que se arrestó a Porter hasta que lo expulsaron del sacerdocio en 2007, agregó.
Poster, quien ahora vive en Silver Spring, Maryland, se negó a hacer comentarios cuando la AP lo contactó.