PUERTO PRÍNCIPE. AFP. Las autoridades haitianas y sus socios humanitarios buscan financiación para un plan de emergencia contra la desnutrición, agravada por la sequía, que afecta a más de un tercio de la población del país. «Entre 2010 y 2015, el fenómeno del Niño causó un déficit de lluvias de más de 55% en el país, causando en el año 2014-2015, une reducción de más de 30% de la producción de cereales», declaró ayer Joseline Marhone Pierre, directora de la oficina de nutrición del ministerio de la Salud.
Con la pérdida de las cosechas, los precios de los alimentos básicos aumentaron casi 60%, según el Programa Alimentario Mundial (PAM), quedando estos productos fuera del alcance de las familias más pobres. En respuesta, el PAM anunció que 700,000 haitianos recibirán transferencias de dinero y en las 40 circunscripciones del país donde la situación es más crítica, la UNICEF proveerá a 200,000 niños y mujeres embarazadas o que estén amamantando, manteca de maní, tratamiento de urgencia contra la desnutrición. Sin embargo el éxito de este plan a corto plazo está en suspenso, ya que todavía faltan tres millones de dólares para financiarlo.
Un plan a más largo plazo para las cantinas escolares que atienden diariamente a unos 485,000 niños, necesita otros siete millones de dólares. Al margen de la lucha contra la desnutrición, Haití padece una tenaz epidemia de cólera y debe financiar las necesidades de los emigrantes expulsados de República Dominicana y de más de 60,000 damnificados por el sismo de 2010, que todavía viven en campamentos. Para enfrentar esta compleja crisis humanitaria el gobierno haitiano y las citadas agencias de la ONU estimaron a inicios de abril que el país caribeño necesitará un ayuda urgente de unos 193 millones de dólares.