Faltando apenas siete días para las elecciones norteamericanas

Faltando apenas siete días para las elecciones norteamericanas

Pew Research Center, la más prestigiosa firma de encuestas del mundo – que opera sin fines de lucro y no presta servicios a ningún sector político y sus recursos provienen de fundaciones no políticas- presentó, el 27 de octubre de 2016, los resultados de su última encuesta, con una muestra de 2,583 personas. Veamos los puntos más relevantes de esos resultados que giran en torno a la convulsionada situación generada por el actual proceso electoral norteamericano.
1. Por primera vez en la historia, ambos candidatos llegan a las elecciones con una tasa de rechazo mayor del 50%.
2. Solo el 43% de los seguidores de Trump creen que las elecciones serán transparentes, mientras que los de Clinton un 88%.
3. El 48% de los republicanos y 37% de los demócratas creen, actualmente, que el insulto es un arma legítima.
4. La encuesta le da a ambos candidatos un fuerte promedio en patriotismo y liderazgo. Clinton le lleva un margen de 3 a 2 en experiencia gubernamental y una menor ventaja en cuanto a la capacidad de decidir cuidadosamente. En honestidad, ambos están muy bajos (cerca del 34%). El 59% de los encuestados aprecian que la personalidad de Clinton es difícil de gustar y, en el caso de Trump, un 70%. Una mayoría moderada de los votantes dicen que están votando en contra del otro candidato.
5. En temas esenciales, Trump y Clinton están, virtualmente empate en doce, como: política comercial, enfrentar ataques terroristas, política de intercambio económico, etc. Clinton lleva la ventaja en cinco: política migratoria, política extranjera, etc. y Trump en una: la confrontación contra los grupos de intereses.
6. Trump tiene una fuerte ventaja en los hombres blancos sin educación universitaria y en los votantes de más de 54 años. Clinton posee ventaja en las minorías y en los votantes con grado universitario y, de manera creciente, en el voto de la mujer.
7. El 57% de los votantes dice sentirse frustrado por el extremo tono negativo de la campaña. Del 2012 al 2016, Estados Unidos ha tenido el más alto nivel de polarización en su historia y el 41% de los votantes encuestados espera que dicha polarización se incremente si Clinton gana y el 55% si gana Trump.
Esta encuesta muestra a Clinton con 46% y a Trump con 40%, pero, sorpresivamente, el viernes 28 de octubre, a solo 11 días de las elecciones, el FBI reabrió las investigaciones en el caso de los correos de Clinton; aunque no provenían de su servidor, sino como consecuencia de la investigación al exesposo de su principal ayudante, con el que compartía su cuenta de correo. Pienso que esto podría darle un empuje inesperado a Trump, haciendo que los resultados finales sean más inciertos.
Desde el año 1959, siendo estudiante de Purdue, la política norteamericana comenzó a ser una pasión para mí, pasión que se enraíza en la época en que estudiaba en la universidad de Columbia, y continúa siéndolo. Estados Unidos es una nación con características muy especiales: tiene, según los reportes, 20 de las 30 mejores universidades del mundo, más del 50% de la capacidad innovadora mundial y sus Estados son verdaderos laboratorios de participación social.
En mi vida como investigador, nunca había visto una situación político-cultural como la que ocurre en la actual campaña política. Estoy convencido de que, sin importar los resultados, hay ya un cambio paradigmático en el cuerpo político y socio-cultural de esta gran nación. Una nación que se caracterizaba, históricamente, por la negociación permanente entre los dos partidos. Ahora tiene (y luce que se incrementará) una actitud extraordinariamente sectaria que hará muy difícil realizar los grandes cambios estructurales para reducir la desigualdad y enfrentar, con eficiencia, los efectos presentes y futuros, como la creación de empleos bien remunerados, dentro de la ocurrencia simultánea de las tres feroces revoluciones: globalización, tecnológica y gerencial, y sus extraordinarios efectos en la economía mundial y, en consecuencia, en la dominicana por su naturaleza abierta y altamente dependiente de la norteamericana.

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