Faltó el perro prieto

Faltó el perro prieto

Claudio Acosta

Si es verdad, como dicen por ahí, que el tamaño de la escolta es directamente proporcional al miedo de quien la utiliza, entonces el alcalde de San Francisco de Macoris, Félix Manuel Rodríguez Grullón, está al borde de sufrir un ataque de pánico. El ejecutivo municipal, favorecido con un no ha lugar que lo libró de la acusación de haber desfalcado al cabildo francomacorisano con mas de 400 millones de pesos, desafió a los grupos sociales que desde hace mas de una semana protestan en las calles la decisión judicial a que “hagan lo que quieran”. El alcalde conversó brevemente con el corresponsal de este diario en San Francisco de Macorís, Francisco Calderón Hernández, frente al edificio que aloja el ayuntamiento y rodeado de militares portando armas de guerra, miembros de la Policía Municipal y seis hombres pertenecientes a su escolta personal. Solo le faltó el perro prieto.

Del persuasivo maletín.-El ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, uno de los principales promotores de la reelección del presidente Danilo Medina, alborotó el avispero en la Cámara de Diputados con su afirmación de que legisladores de la oposición –léase PRD y PRM– estarían dispuestos a votar por una modificación de la Constitución, al citar el pecado pero no a los pecadores. ¿Quiénes son esos diputados, qué se les ofreció a cambio de su voto? Las preguntas surgieron, espontáneas, desde que se publicaron esas declaraciones, que también provocaron que los voceros de esos bloques le pidieran al funcionario que los identifique. Eso no ocurrirá, desde luego, y lo saben los diputados que hacen el reclamo. Pero también están conscientes esos diputados, al igual que el resto del país político, del extraordinario poder de persuasión del hombre del maletín, cuyo talento resulta indispensable –aunque Gonzalo Castillo diga que no– para abrirle las puertas a la reelección en el Congreso Nacional.

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