Familia arquitecto de la Oisoe aún espera la casa que le prometieron

Familia arquitecto de la Oisoe aún espera la casa que le prometieron

Si su esposo David Rodríguez estuviera con vida, Pilar Montilla asegura que no tendría que estar mendigando un techo para ella y sus hijos, porque los planes del arquitecto, que se suicidó en un baño de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), eran al menos adquirir un solar con la ganancia de su primera obra.
A raíz del suceso el director de la Oisoe, Francisco Pagan, prometió entre otras cosas, que le construirían una casa a los descendientes de Rodríguez, que habría sido víctima de extorsión a lo interno de la institución, pero las palabras quedaron solo en eso.
“Si las cosas hubieran marchado como tenían que marchar, por lo menos el solar tendríamos”, lamentó Montilla, quien expresó su aflicción por la corrupción que afecta este país y de la cual su compañero fue víctima.
La mujer aclara que recibe la pensión y le cubren la educación de sus tres hijos, parte del compromiso que se hizo con ella.
Pero de la casa dice: “Jamás me han vuelto a hablar de eso” y manifiesta que si bien el dinero es necesario tener una casa mucho más.
La humilde vivienda donde reside la mujer junto a sus tres hijos está en venta, pero esta no ha querido mudarse por temor a que se olviden del compromiso.
Tener un techo sería fundamental y le daría paz, a pesar de dolor que dejó la muerte de su esposo.

Montilla cuestiona que el presidente Danilo Medina no se haya conmovido ni interesado nunca en su caso, que tuvo lugar a unos escasos metros del Palacio Presidencial.
Después de la tragedia asegura que nadie de la Oisoe ha vuelto a darle seguimiento, tampoco ha sentido el apoyo del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia).
Cuestionó que meses antes de las elecciones, se le engañara con la historia de que ya existía un solar en La Romana del Oeste y que estaban los planos.
Cree que tal solar nunca existió y que esa fue una mentira del gobernador de ese entonces Tony Santana.
Asedio de acreedores. La viuda contó también al HOY, que continúa siendo asediada por los acreedores de su esposo, que a más de un año de su muerte, acuden donde ella a reclamarle el pago de la mano de obra o del material que le suplieron a este.

Sostiene que estos piensan que ella recibió los millones que le adeudaba la Oisoe por la obra de su esposo, pero no fue así.
Pero que ese dinero, que la Oficina aclaró que ya no le debía a su pareja, dice no se sabe entonces donde fue a parar, porque ellos dijeron le depositaron, el mismo día que este “supuestamente se mató”. Supuestamente, porque ella aún no está convencida de que David se suicidó.
Relató que ha sido víctima del vandalismo y que en una ocasión le llevaron todos los alambres de la casa.
Recordó que su esposo le decía que entre los que él le debía, habían toda clase de personas, capaces de todo.
No cree en suicidio. Pese a que la autopsia revela que su esposo murió al dispararse y que en su mano se encontraron restos de pólvora, ella insiste que el fue muerto por otros. Porque este era incapaz de hacer eso.
“No te puedo decir a ciencia cierta quién lo mató, pero habían razones, lo que sé es que él no lo iba a hacer”, sostiene con seguridad.
Sobre las notas que dejó Rodríguez donde señalaba a los dos empleados de la Oisoe, como quienes lo llevaron a las deudas, cree que este hizo esas notas no porque pensaba matarse, sino previendo que algo podía pasarle cuando llegara donde Alejandro de los Santos, quien dijo le desgració la vida y “quiso quedarse con todo”. Está aferrada a que en su caso al menos habrá justicia divina.

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