En el vehículo de Anaís Esmeralda Díaz, la joven de 21 años que presumiblemente se arrojó al mar con su hijo de cuatro la noche del sábado, se encontraron 21 mil pesos que su padre le había entregado ese mismo día para asuntos personales. Además, las llaves del vehículo estaban fuera del mismo.
Así lo reveló ayer Victoria Díaz, pariente de la desaparecida y quien confía en que aparecerán rastros de ella para tranquilidad de la familia y sus amigos.
Su esperanza es que Díaz y su pequeño estén vivos, pues la cree incapaz de cometer una acción así, sacrificando a su propio hijo.
Según ella, su pariente vivía en San Isidro, Santo Domingo Este, y todos los días visitaba a su padre Aníbal Díaz en la calle Juan de Morfa número 34, en San Carlos, Distrito Nacional.
Llegaba en la mañana, se iba a estudiar y se retiraba a partir de las 9:00 de la noche. Por eso Victoria se encuentra extraño que el sábado Anaís se marchara a eso de las 10:00 p.m.
La desaparecida, apunta Victoria, frecuentaba el malecón con su pequeño y discutía mucho con sus padres, debido a que era muy “terca”. La Policía Nacional, dice, identificó el vehículo por la placa y se presentó la mañana del domingo a la referida dirección.
Hay allí un edificio de cuatro niveles, donde residen parientes de la desaparecida, quien estudiaba Derecho en Utesa, en la Capital.
Tanto Victoria como otros familiares solo tienen fuerzas para clamar al cielo.
En tanto, el jefe del cuerpo de bomberos de la Capital, Rafael del Rosario Valentín, señaló que la búsqueda ha sido estéril.
Empero, prometió continuar los esfuerzos para hacer el hallazgo.