Los familiares de Francisco Caamaño Vélez, muerto de un disparo en la cabeza el 12 de marzo del año pasado, denunciaron ayer que son víctimas de constantes amenazas de parientes y relacionados de los agentes de la Policía y del Ejército implicados en el crimen.
Camaño Vélez era hijo del exguerrillero Claudio Caamaño Grullón y de la señora Fabiola Vélez Catrain, quienes mediante un documento de prensa explicaron que no solo su familia es blanco de constantes amenazas sino también los heridos y testigos de la balacera que le quitó la vida a su hijo. De ahí que ninguno de los heridos se querelló.
Camaño Velez, de 26 años, murió de manera instantánea baleado cuando compartía con amigos en un colmado de la comunidad de Pizarrete, en Baní.