Familia Corripio siempre confió en estabilidad de la República

Familia Corripio siempre confió en estabilidad de la República

POR FERNANDO QUIROZ
En medio de los momentos de mayor crisis en el país la familia Corripio siempre estuvo confiada en que la República Dominicana no se acababa, ni se acabará nunca, dijo anoche el empresario José Luis Corripio Estrada (Pepín), al detallar pormenores del éxito de las empresas que dirige.

Corripio inauguró la Cátedra de Liderazgo Empresarial que coordinará cada mes el Centro de Estudios de Formación Empresarial (CEFE) de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE). Al acto asistió el presidente Leonel Fernández, fundador y presidente de FUNGLODE.

El cómo, el por qué y muchas otras interrogantes de la cadena de éxitos en el país de la familia Corripio fueron contestadas por uno de sus protagonistas. Corripio cree que el país sigue progresando, pero que existe menos rentabilidad por la mayor cantidad de negocios.

De manera puntual, amena y atractiva, Corripio desarrolló los temas anotados y mantuvo a la expectativa a su público, que en muchos momentos estallaba en risas ante sus ocurrencias y anécdotas. La exposición de sus ideas era seguida muchas veces de aplausos.

Atribuyó parte de la clave del éxito de su familia a la confianza e identificación con el país y su gente, y a que nunca han pensado irse a morir fuera porque su destino final es República Dominicana. Sus hijos y nietos son dominicanos, resaltó.

FIRME EN LAS DIFICULTADES

Recordó que hasta en el año 1965, bajo los tiros de la Revolución de Abril, su familia continuó los negocios, e incluso, creó tres nuevos como fue el de la venta del gas propano tras observar que era una mercancía indispensable y que la gente lo procuraba ante la carencia. 

Durante la actividad, cerca de Corripio estuvieron su esposa Ana María Alonso y sus hijos Manuel, José Alfredo, Lucía y Ana. También varios de sus nietos.

El auditorio estuvo repleto de empresarios, funcionarios del gobierno, ejecutivos del Grupo Corripio, directivos de

FUNGLODE y jóvenes.

En sus empresas, señaló Corripio, sus socios son los cerca de 8,000 empleados con que cuentan.

Corripio ha sido exitoso en sus inversiones en el sector industrial y comercial, así como en medios de comunicación escritos, televisados y de radiodifusión. También ha aportado a la cultura a través de la Fundación Corripio que preside, y otorga cada año el Premio Nacional de Literatura.

El director del CEFE, José Báez Guerrero, hizo la presentación de Corripio al iniciar el acto a las 7:30 de la noche. Manifestó que el CEFE desarrollará las cátedras de liderazgo empresarial con la intención de reunir cada mes a un empresario ejemplar del país para que cuente sus historias de éxito, así como los tropiezos que ha tenido que superar para llegar hacia la prosperidad financiera y social.

La disertación fue comentada por el intelectual Federico Henríquez Grateraux y Eduardo Valcárcel, presidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE).

La actividad fue concluida a las 9:05 de la noche tras una tanda de preguntas formuladas por Hamlet Hermann, Bernardo Vega, Eduardo Selman, Luis Villeya y otra joven del público.

Además de agradecer a Dios, a la República Dominicana y a los dominicanos, Corripio cree que en los negocios emprendidos por su familia han tenido oportunidades favorables.

INICIO DE ÉXITO

José Luis Corripio, hoy con 71 años,  fue traído al país en el año 1938 a los cuatro años de edad. Nació el 12 de marzo de 1934 en Asturias, España. Es hijo de los señores Manuel Corripio y Sara Estrada, ambos fallecidos. Está casado con la señora Ana María Alonso con quien ha procreado a Manuel, José Alfredo, Lucía y Ana Corripio Alonso. Contó Corripio que el primer miembro de su familia en llegar al país fue su tío Ramón, en 1917, y luego lo hizo su padre Manuel, en 1921.

Su padre, a quien recuerda como un amante del trabajo y de los negocios, en su juventud llegó a compartir habitación con el profesor Juan Bosch. Laboraban en el mismo lugar y se llamaban Juanito y Manolo. Don Manuel hasta conocía cuando Bosch amanecía de mal humor tras acostarse a las 3:00 de la mañana escribiendo y leyendo bajo la luz de una lámpara y tener que levantarse a trabajar a las 6:00 de la mañana.

El negocio primario de su familia estaba ubicado en la calle Mella a esquina Santomé. Encima estaba la residencia. El ritmo de trabajo parecía demencial, dijo Corripio al recordar los momentos. Trabajaban de 6:00 de la mañana a 1:00 de la tarde; de 2:00 de la tarde a 7:00 de la noche, y después de la cena volvían al negocio hasta la medianoche para organizar el método de trabajo. Ese trabajo era diario, excepto los domingos que lo hacían hasta las 3:00 de la tarde.

Su familia, expresó, ha vivido 10 años de atraso al desarrollo social y económico, pues aún cuando su padre pudo comprar una casa, pospuso la inversión hasta ampliar los negocios, y en su caso, adquirió su primer automóvil a los 27 años.

Fue el mismo Corripio, tras la dictadura, quien comenzó a diversificar y buscar nuevos negocios. Una empresa, explicó, apadrinaba otra, hasta crear un efecto multiplicador. Como ejemplo de la diversificación de sus negocios mencionó que diariamente una de sus empresas procesa 100,000 cocos para exportar. !Y 100,000 cocos son muchos!

ANÉCDOTAS

En una ocasión, un contable de don Manuel Corripio, padre de Pepín, le expresó que ese año le había ido mal al negocio. Don Manuel, recordó Corripio, quien tenía limitaciones académicas, pero que era extremadamente inteligente, le aconsejó que revisara los “numeritos” porque el negocio estaba más lleno, le debían más y tenía menos deudas. El error era del contable.

Como una manera de resaltar la importancia del sacrificio para obtener las metas, Corripio bromeó con la necesidad de una ley de que “no se pueda ser rico sin pasar por ser pobre”. Aunque dijo estar consciente de que el éxito económico es transitorio. A nadie, agregó, lo recuerdan por haber tenido mucho dinero, sino más por sus actividades intelectuales.

Su ingreso a los medios de comunicación, indicó, no fue en procura de lucros, sino de que el nombre de su familia perdure. 

TURISMO

Corripio reconoce que ha cometido errores empresariales, y uno de ello, lo expresó entre risas: “No me metí al turismo a tiempo, !Y aún eso me duele”.

RECOMENDACIONES

Para lograr el éxito empresarial, Corripio hizo algunas recomendaciones:

Una de las claves del éxito es ser austero con el dinero para poder acumular capital e invertirlo y reinvertirlo.

-Defender el mínimo centavo que ingresa al negocio y ser sumamente cuidadoso con los egresos.

-Ver el negocio como una extensión personal, cuando se carga con el éxito o fracaso.

-Que las ostentaciones no son buenas, pues el que enseña su capital se perjudica.

-No hay mejor negocio que hacer un pequeño buen negocio todos los días.

-No hacer el negocio que no se entiende.

-Que el éxito es frágil. Para subir la escalera del éxito hay que subir un pie y dejar el otro en el piso para no tener que lanzarse desde arriba.

-Aconseja que la gente que tiene dinero no se meta en política, pero en política activa.

-No confundir deseo con realidad. El éxito haciendo lo que a la persona le gusta.

-No hacer negocios en contra del presentimiento.

-Nunca toma decisiones de negocios bajo estado de ánimo de pesimismo u optimismo.

UNIDAD FAMILIAR

La unidad familiar es indispensable para lograr el éxito cree Corripio. Históricamente, expresó, en los imperios llega el colapso en la tercera generación. Sostuvo que en la familia Corripio esa situación no se ha presentado, sino que por el contrario han alcanzado un éxito mayor del esperado por lo que no han dado paso al refrán cubano de “abuelo bodeguero, hijo caballero y nieto pordiosero”.

EDUCACION

Corripio completó sus estudios de bachillerato en el Colegio Dominicano de La Salle, donde era un periodista estudiantil. Luego realizó estudios superiores en el Escuela de Peritos Contadores, desde 1951 a 1955, y cursó también tres años de derecho en la entonces Universidad de Santo Domingo, 1951-1953.

Aunque Corripio cuenta que su interés era ser abogado, o intelectual, por lo que asistía a clase de filosofía.

LAS INTERROGANTES

Hamlet Hermann pidió a Corripio que contara al auditorio como mantiene su entrenamiento físico, y cómo puede llevar conversación por diez teléfonos al mismo tiempo.

Corripio dijo que se ejercita desde el año 1965 y que actualmente suda hasta por hora y medio en una máquina llegando a medir hasta doce kilómetros. “No hay problema que resista una hora sudando”, dijo entre risas.

Lo de las llamadas telefónicas lo hace para mantener “despierta” a la gente de sus empresas.

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