La familia de Gerardo Martínez, quien resultó herido el pasado 12 de junio en un incidente en la sede principal del Partido Revolucionario Independiente (PRI), se querelló contra los ex dirigentes de esa organización Julio Jiménez y David Turbí.
Juana Pérez Martínez, María Magdalena Pérez Fortuna y Vicente Pérez Martínez, hermanos de Gerardo, acusaron a Jiménez y a Turbí de las heridas que mantuvieron a Gerardo casi un mes hospitalizado.
Gerardo fue dado de alta por los médicos que le atendían en el hospital Ney Arias Lora, informó el partido en un comunicado.
Recientemente, a intención del PRI, fue celebrada una misa por la salud de Gerardo, en su casa del barrio Guachpita, en el Distrito Nacional.
Trajano Santana, presidente del PRI, manifestó que ese partido «está cooperando con la Policía para que, en las próximas horas sea detenido el autor material de los disparos que mantienen en cama a Gerardo Martínez», precisó la información.
«La Policía cuenta con las pistas necesarias para el arresto y puesta a disposición de la justicia de este criminal», dijo.
Santana afirmó dijo que se encuentra prófugo un hombre que se mantuvo encerrado dentro del local del PRI, impidiendo el acceso de la fuerza pública al mismo.
Recordó que el Tribunal Superior Electoral (TSE) ordenó mediante sentencia que los ex dirigentes del PRI que ocupaban el local lo devolvieran a la directiva de esa organización.