Familiares del joven Juan Alejandro González Crisóstomo (Vikingo), muerto a tiros el pasado sábado por una patrulla de la Policía Nacional en Cristo Rey, acudieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que les ayuden a garantizar que se haga justicia por la muerte del joven, que consideran un asesinato.

Eugenio Torres, representante de la CNDH, dijo que llevará  el caso hasta Amnistía Internacional, ya que, según declaró,  los agentes actuantes en el caso, a quienes identificó como «El Chino» y Bautista López, son reincidentes «en crímenes y corrupción»

 «Le vamos a dar seguimiento a este caso hasta que esos policías  sean cancelados y procesados en la justicia ordinaria» dijo.

De su lado, Ignacio de la Mota, padre del joven muerto, aseguró que su hijo no era ningún delincuente, aunque admitió que era adicto a las drogas.

De la Mota mostró  certificados de estudios que su hijo había completado en el Instituto  de Formación Técnico Profesional (Infotep) así como del Centro de Tecnología Universal (Centu). De la Mota mantuvo que nunca hubo ningún “intercambio”.