A Joel Batista Soto (Ruso) le fue concedida su libertad el 4 de marzo, tras haber permanecido un mes en prisión preventiva en la cárcel La Victoria, acusado de violencia de género. Más de un mes esperó que se ejecute su libertad, hasta que murió esta semana. Pero la causa de su muerte enfrenta hoy a sus familiares y a la Procuraduría General de la República (PGR) con dos versiones distintas.
Mientras la PGR informó que su muerte fue causada por una intoxicación al haber ingerido cloro con fines suicidas, la familia asegura que su familiar murió de coronavirus, y desmintieron que haya sufrido depresión como aseguran las autoridades. Esta familia, que aún espera le entreguen el cadáver de su pariente, está segura de que Batista Soto empezó a presentar síntomas del COVID-19, luego de haber ingresado en la cárcel sin ninguna enfermedad.
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Por tal razón, su muerte no cuenta entre los siete fallecimientos que, hasta la fecha, reporta la PGR. Esta es una de muchas muertes que familiares de reclusos que guardan prisión en ese recinto penitenciario han denunciado, supuestamente a causa del coronavirus, pero que no figuran en las estadísticas oficiales.
Como consta en el documento que mostraremos a continuación, al defensor público de Joel Batista Soto le notificaron el 18 de marzo (hace hoy un mes) la decisión de la Segundo Juzgado de la Instrucción del Distrito Judicial de Santo Domingo de concederle la libertad, como resolución al recurso de revisión de medida de coerción que interpuso.
La prisión preventiva fue interpuesta inicialmente por el Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Judicial de Santo Domingo, el 4 de febrero.
Joel Batista Soto (Ruso) tenía 33 años de edad, y tenía dos hijos. El próximo lunes iba a ser liberado, según dijeron sus familiares.