Cientos de personas acudieron al velatorio del periodista José Miguel Montero Ramírez, ofrecieron sus condolencias a los parientes, con quienes se confundieron en el llanto, el dolor y pesar que les causó la muerte de quien definieron como un ser humano amable, honesto, capaz y siempre colaborador para las mejores causas.
Está expuesto en la funeraria Blandino de la avenida Sabana Larga desde anoche a las 6:40 y será sepultado hoy a las 10:00 de la mañana en el cementerio Cristo Redentor.
Montero Ramírez, de 46 años, laboraba en el periódico El Nacional, murió la tarde del viernes luego de una cirugía para corregirle una desviación en el tabique nasal. El cuerpo fue trasladado desde el Instituto de Patología Forense, donde fue llevado para realizarle una necropsia.
Su hijo mayor, Waldys Montero DOleo, volvió a negar ayer que su padre conversara con sus familiares al ser sacado del quirófano, como alegó el médico que lo operó, el otorrinolaringólogo Gabriel Molina, a quien el periodista le tenía mucha confianza y había sido su médico por varios años.
Waldys dijo que su madre, Milagros DOleo, no conversó con su papá al ser sacado de la sala de cirugía del Centro Médico Antillano, como se dijo.
Expresó que su padre murió por descuido, ya que no se le dio el seguimiento adecuado ni se le colocó oxígeno para ayudarlo a respirar.
La dirección de la clínica y los médicos que lo intervinieron no descartan que sufriera un paro respiratorio. Sin embargo, su hijo dijo que espera los resultados de la necropsia, porque quiere que se le diga la causa real de deceso, no causas tentativas.
Montero Ramírez era oriundo de El Cercado, en San Juan. Tenía 16 años como redactor del vespertino El Nacional, donde sus compañeros externan dolor por su partida.
Comunicadores de diversos medios y personalidades de distintos sectores manifestaron su pesar, entre estos el presidente Hipólito Mejía.