Familia  joven muerto por PN    exige     justicia

Familia  joven muerto por PN    exige     justicia

Los  restos del estudiante de Derecho  Abraham  Ramos Morel, de 23 años, asesinado por una patrulla policial  la madrugada del  domingo,  fueron sepultados ayer en el cementerio de  Cristo Rey.

Allí, su padre, Silvestre Ramos, adolorido, proclamó que haría  justicia con sus propias manos, si no son castigados  severamente sus ejecutores.

La novia del estudiante  de  la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Génesis Altagracia Martínez, de 16 años, vio, sentada sobre  un panteón próximo,  cómo los restos de su amado eran  sepultados, entre el  llanto de sus padres, amigos y vecinos del ensanche Luperón.

El llanto la ahogaba   cuando narraba el momento en que los agentes  balearon a  su novio, que murió en sus brazos.

“Al carro le explotaron una goma y siguieron disparando.  Esos policías son dos delincuentes, dos viciosos”, dijo la joven.

Los vecinos y amigos de Abraham lo definieron como  una persona ejemplar y muy apreciado en el ensanche Luperón, incluso un vecino llegó a decir:  “Ese casi era un santo”. Dejó en la orfandad a una niña de dos años.

El inconsolable padre se preguntaba  si su hijo valía cinco mil pesos,  la parte  de la  fianza que deberá pagar  el raso Elvis Vinicio Montero Jiménez, uno de los miembros de la patrulla que ejecutó al joven.

 Los agentes de la Policía que mataron al muchacho fueron el cabo Carlos Manuel Martínez Germán y  el raso Elvis Montero Jiménez. Al cabo se le impusieron  tres meses de prisión preventiva y al raso una garantía económica de RD$75,000.

 El raso Montero Jiménez responsabilizó de  la ejecución al cabo   Martínez Germán, de  quien afirmó que disparó a pesar de que escuchó que el estrudiante  le voceó que se estacionaría más adelante, en un lugar claro.  Esta versión fue dada por el  abogado del raso, Fausto Montero Recio, puesto que ninguno de los dos acusados abrió la boca en el tribunal que le conoció la  coerción.  El expediente señala que la actitud del joven fue lo que al parecer “molestó a la patrulla”.

El pastor Porfirio Paulino, se fundamentó en un versículo del Eclesiatés   para referirse a la muerte y recalcó que hay que pedirle ayuda a Dios en un momento tan difícil.

Mientras el tío, Jesús Ramos, quien habló ante la tumba, dijo que espera que contra los  policías sea aplicada la pena correspondiente, aunque manifestó que  sabe que la justicia está corrompida.

Rechazo a  jefe PN.  Antes del entierro el  jefe de la Policía, mayor general Rafael Guzmán Fermín, se presentó a expresar su pesar a la funeraria San Juan, en la Nicolás de Ovando.

Pedro Vicente, familiar del joven ejecutado, interpretó el gesto de Guzmán Fermín como “un allante”, y demandó en cambio que  sea relevado  y la Policía limpiada de violentos.

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