Familiares buscan víctimas fuego pirotecnia en México

Familiares buscan víctimas fuego pirotecnia en México

Decenas de personas peregrinaban ayer por hospitales en busca de sus seres queridos, un día después de una serie de explosiones en el mercado de fuegos artificiales más conocido de México que dejó al menos 32 muertos y decenas de heridos, mientras la atención se centraba en un aparente descuido en la seguridad del lugar.
Para algunas personas, el último sitio donde debían buscar era la morgue. El secretario de Salud del Estado de México, César Gómez Monge, dijo que otra víctima falleció el miércoles en el hospital, con lo cual la cifra subió a 32, además de que 46 personas permanecían hospitalizadas, de las cuales cinco estaban muy graves. De los heridos, 10 son menores, incluida una niña con el 90% de su cuerpo quemado.
Desde primera hora, familiares desconsolados llegaron a la morgue en busca de respuestas que muchas veces no tuvieron: las autoridades advirtieron que algunos de los cadáveres están tan quemados que solo podrán ser identificados con pruebas genéticas.
“No encuentro a mi papá y mi mamá está muy quemada”, dijo entre lágrimas Juana Antolina Hernández. “Estoy esperando que me digan si está aquí mi papá, pero de momento nada”. Hernández, de 49 años, tenía un local en el mercado junto al de sus padres. La fabricación de fuegos artificiales, un oficio del que está orgullosa, se ha transmitido en su familia de generación en generación. Janet Pérez fue una de quienes logró identificar a un familiar, su tía. “Estaba muy quemada pero se la pudo reconocer. Ahora queremos saber cómo están su hijo y su nieto, de 15 y 9 años. Nos han dicho que están en uno de los hospitales pero todavía no sabemos su estado”, agregó. El mercado de San Pablito, en la comunidad de Tultepec, estaba bien surtido con fuegos pirotécnicos por las fiestas navideñas. Cientos de compradores caminaban por los pasillos cuando inició la serie de estallidos. En minutos todo quedó reducido a cenizas, escombros y metal retorcido. Refugio León, un antiguo trabajador del mercado y cuya familia tenía siete locales, criticó las medidas de seguridad y sostuvo que aunque las normas establecían que no se podían colocar cohetes en los pasillos, “todos lo hacían”. Eso, a su juicio, pudo ser uno de los motivos por los que las explosiones se extendieron. Las autoridades del Estado de México, que bordea la capital del país, han dicho que es muy pronto para determinar la causa de las explosiones. Ocho días antes de las explosiones, el gobierno municipal se jactaba de que el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia había calificado al mercado llamado San Pablito como el más seguro.

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