Riley pasea a su sobrino sobre los hombros en el zoo High Park de Toronto, Canadá. Jon desapareció en 2013 durante un viaje a Toronto pero no hubo pistas sobre su paradero hasta la detención, en 2018, del presunto asesino en serie Bruce McArthur, que ha sido acusado de seis muertes. El caso de Jon Riley sigue abierto. (Judi Riley via AP)
TORONTO. — El hermano de 47 años de Judi Riley desapareció durante un viaje a Toronto hace casi cinco años. Su familia presentó una denuncia ante la policía y pidió en repetidas ocasiones información sobre el caso a las autoridades. Pero no había pistas, hasta ahora.
Riley, que vive en Hawai, empezó a recibir correos electrónicos de amigos en Canadá, donde creció, sobre el arresto de un presunto asesino en serie. Las posibles piezas de un inquietante rompecabezas empezaron entonces a encajar.
El sospechoso, Bruce McArthur, de 66 años, está acusado de atacar a hombres adultos en un vecindario gay de Toronto en el que Jon Riley había pasado algún tiempo. El supuesto asesino era el propietario de una empresa de jardinería, el tipo de empleo que según Judi Riley podría haber estado buscando su hermano cuando desapareció.
“Literalmente me caí de rodillas de la pena “, recordó. “Tenía mucho sentido”.
Entonces, Riley recibió una llamada de la policía, que también pensó que todo encajaba. Las autoridades señalan que McArthur mató a al menos siete hombres, pero los investigadores creen que se hallarán más víctimas mientras rastrean los escenarios de los crímenes y reexaminan desapariciones antiguas como a de Riley.
Hasta el momento, McArthur ha sido acusado de seis muertes y todavía no se ha declarado culpable. Su abogado no respondió a repetidas peticiones de comentarios. La policía no dirá cuántas posibles víctimas podría haber, pero se están revisando cientos de denuncias de desapariciones tanto en Toronto como en otras partes de Canadá, en incluso en lugares a los que habría viajado como Italia y México.
“Estamos rastreando su paradero hasta donde podamos remontarnos”, explicó el sargento Hank Idsinga, el detective al frente del caso.
Según la policía, McArthur supuestamente atacó a hombres que conoció a través de aplicaciones de citas para homosexuales, en bares de la conocida como “Gay Village” de Toronto, además de a prostitutos. Su presunto asesinato más reciente fue en junio y fue acusado también del deceso de un hombre de 40 años que desapareció en septiembre de 2010.
Las familias de adultos dados por desaparecidos han sido críticas con la policía por no haber hecho lo suficiente para encontrar a sus seres queridos. Uno de los retos que enfrentan las autoridades es el volumen de casos. En los últimos cuatro años se han reportado más de 600 desapariciones en la circunscripción policial que incluye Gay Village y alrededor de 30 expedientes siguen abiertos.
Expertos en criminología dicen que es poco probable que alguien se convierta en asesino cuando tiene ya cierta edad, por lo que si las acusaciones son ciertas, podría haber víctimas anteriores.
“Si resulta que ya mataba a mediados de la década de 1970, esto no sería inusual. De hecho sería sorpresivo si no lo hubiese hecho”, apuntó Peter Vronsky, profesor de historia en la Ryerson University de Toronto y autor de dos libros sobre asesinos en serie. “Una vez llegas a esa edad tardía, los asesinos en serie se retiran”.
McArthur se mudó a la zona de Toronto alrededor del año 2000. Antes vivía en un suburbio de la ciudad, donde estaba casado, tenía dos hijos y trabajaba como vendedor de ropa interior y calcetines. Su negocio de jardinería era pequeño, pero contrataba a empleados periódicamente, incluyendo al hombre de 40 años que desapareció en 2010.
Judi Riley, una autora de libros infantiles que ahora vive en Maui, dijo que su hermano había trabajado de jardinero en el pasado, aunque en el momento de su desaparición no tenía empleo estable. Dejó una nota a su madre diciendo que iba unos días a Toronto, y en el pasado se había alojado en hostales y albergues en Gay Village.
Las autoridades le han pedido fotos de su hermano y detalles identificativos como cicatrices, explicó añadiendo que solicitaron revisar su computadora, algo que desea que hubiesen hecho mucho antes.
La policía pidió también registros dentales a la familia de Abdulbasir Faizi, un hombre de 42 años que se mudó de Irán a Canadá y desapareció en diciembre de 2010. Su familia descubrió entonces que usaba aplicaciones de citas para homosexuales y que visitó saunas en la zona gay de Toronto, según un familiar.
“Seguro que es una de las víctimas”, dijo el pariente, que habló bajo condición de anonimato porque otros en su familia no querían comentar el caso en público. “Él no habría dejado a su familia. Tenía una relación muy buena con sus hijas”.
Linda Shaw, de Waterloo, Ontario, ha seguido de cerca el caso para detectar cualquier posible información sobre su hijo David MacDermott, de 30 años. Fue visto por última vez en noviembre de 2002 en club gay en Kitchener, a unos 90 minutos en coche desde el centro de Toronto. Shaw señaló que no tiene motivos para creer que es una de las víctimas de McArthur, pero corre al teléfono cada vez que suena con la esperanza de que sean noticias sobre su paradero.
“Me siento y escucho hablar de la historia de McArthur en la televisión constantemente, constantemente”, dijo Shaw. “Piensas ‘Wow, esta podría ser la respuesta ¿podría, por favor?’ Literalmente le rogamos a Dios”.
Los amigos de Judi Riley le han recomendado que no lea sobre el caso de McArthur pero ella no puede evitarlo. “Ha sido un momento devastador para nosotros. Para mí es realmente difícil hablar sobre Jon sin venirme abajo”, dijo.
“No quiero que sea cierto”.