La indignación se ha apoderado de los familiares del estudiante Raulinson Martínez Encarnación, de 30 años, quien apareció muerto y en estado de descomposición en una oficina del hospital Alejandro Cabral, y reclaman a las autoridades una explicación convincente del caso.
Sus hermanos Concepción Martínez Encarnación y Camilo Encarnación Montero y sus tíos Bienvenido, Lucila y Enércida Montero Pineda, advierten que su muerte no quedará impune.
Critican que, no obstante haber sido ingresado en dicho centro de salud, la negligencia fue de tal magnitud que ni siquiera lo inscribieron en el Libro Madre y lo peor es que lo despacharon tras chequearlo.
Dijeron que el lunes 21 de este mes denunciaron como desaparecido a Martínez Encarnación, visitaron tres veces el hospital tras enterarse que estuvo allí, le dijeron que lo despacharon y 5 días después su cadáver apareció en estado de descomposición en la oficina del área de diálisis.
No deja de extrañarles que una oficina que debería ser higienizada todos los días, permanezca 5 días cerradas con un cadáver dentro y que ningún empleado se entere de nada.
Informan que Martínez Montero sufrió un accidente en una motocicleta junto a otras dos personas, estas regresaron a sus casas momentos después, el occiso fue llevado al hospital, le curaron unos rasguños en la pierna derecha y, como parece estaba bajo los efectos del alcohol, lo refirieron al Alejandro Cabral.
Consultado por la vía telefónica a las 5:30 de la tarde de ayer domingo, el doctor Odalis Mejía Butten, director del Alejandro Cabral, se abstuvo de ofrecer declaraciones, alegando que “mañana (hoy) lunes se entregará un documento a los medios de comunicación”.
Los familiares insisten en cómo se explica que una persona ingresada a un hospital permanece una hora desnuda en emergencia, la visten con ropa deportiva, lo despachan como dicen las autoridades del hospital y luego reaparezca 5 días después en estado de descomposición en una oficina.