PANAMA. AFP. Familiares de decenas de panameños que murieron en 2006 por la ingestión de un medicamento distribuido por el seguro social, protestaron ayer frente a la Corte Suprema para exigir justicia y denunciar que el proceso no avanza, mientras las autoridades se culparon mutuamente por las demoras.
Unos 50 familiares protestaban ante la fachada del tribunal y un sacerdote dirigió plegarias en favor de los que murieron por ingerir el jarabe, mientras persisten las discrepancias entre la fiscalía y los familiares sobre el número de muertos.
Según cifras oficiales, 124 personas fallecieron y otras 59 sobreviven con secuelas, pero el Comité de Familiares asegura que 1,056 personas bebieron el jarabe, de los cuales han fallecido 756. Responsables judiciales y de la fiscalía se acusan mutuamente de las demoras en del caso judicial.