«Que su muerte no quede impune. Queremos justicia», pedían los familiares y amigos del hombre que fue asesinado ayer cuando defendía a un limpiavidrios en la avenida los Próceres esquina John F. Kennedy.
Los dolientes de Mariano Figueroa de Paula declararon que éste era ser humano ejemplar, muy trabajador que no merecía una muerte así.
Los restos de las víctima fueron velados en la calle Armonía, número 32, en el distrito municipal Pantoja, donde residía junto a su esposa y sus tres hijos de 15, 10 y seis años de edad.
Su viuda María Altagracia Méndez, declaró que el futuro de ella y sus hijos es incierto porque actualmente se encuentra desempleada por lo que era su pareja quien sustentaba el hogar.
Los familiares y compañeros de trabajo del occiso resaltaron que no que el crimen no fue accidental, como dijera el el jefe de la Policía Municipal de la Alcaldía del Distrito Nacional, general Manuel Lachapelle.
Mariano Figueroa de Paula fue sepultado en el cementerio Cristo Redentor del Distrito Nacional.