POR SANTIAGO GONZALEZ
SANTIAGO.- Familiares y amigos del visitador a médicos José Luis Ovalles, de 42 años, asesinado la madrugada del sábado, cuando se desplazaba por la calle Independencia casi esquina Capotillo, del sector La Joya, condenaron su muerte y los definieron como un ciudadano ejemplar y trabajador.
Ovalles fue sepultaron ayer en el Distrito Municipal de Villa Trina,
Decenas de visitadores a médicos participaron junto a parientes y amigos en el cortejo fúnebre que partió a las 8:00 de la mañana.
Esto es una gran vagabundería, que la gente no pueda andar en las calles, José Luis tuvo como único delito estar participando con unos compañeros de trabajo de una parillada, dijo una de sus compañeras de trabajo.
Ovalles fue asesinado en la madrugada del sábado, por integrantes de dos bandas juveniles, quienes minutos después del hecho regresaron a la escena del crimen, hirieron a dos jóvenes y atacaron a tiros a las autoridades que levantaron el cadáver.
Esto no debe quedar impune, las personas de trabajo ya tenemos temor, dijo Braulio Martínez, amigo de la víctima.
El acto fúnebre se convirtió en una censura a la falta de seguridad pública, a la criminalidad y la delincuencia.
Hasta ayer no había detenidos por el crimen, mientras las autoridades tratan de determinar si este fue el mismo grupo que asesino ayer a un capo de las drogas en el sector Bella Vista y posteriormente a un cabo policial encontrado en la localidad de Canabacoa al Sur de este municipio.
En los sectores de La Joya, Canabacoa, Bella Vista, Pueblo Nuevo, Pastor y otros, los vecinos han reaccionado temerosos de que miembros del grupo Latin Kings y la 42, vuelvan a enfrentarse a tiros.
Estos grupos dirigen las operaciones del tráfico y consumo de drogas en más de un centenar de barrios de esta ciudad, compran voluntades y amenazan a dirigentes populares si los denuncian.
Sobre estos hechos la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) mantiene absoluto silencio, incluso en los barrios afectados hay personas que llegan a asegurar que cuentan con la protección de autoridades militares y policiales a quienes le hacen trabajos especiales.
Los trabajos van desde asesinato por encargo hasta simple robos o traslado de drogas de un punto a otro de distribución.
Decenas de jóvenes han caído en tiroteos, pero las autoridades no han anunciado el primer detenido.