Bogotá. AFP. Familiares de civiles que fueron presentados por el gobierno colombiano como guerrilleros muertos en combate, pidieron este jueves en Bogotá la renuncia del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

En una carta dirigida al presidente Juan Manuel Santos acusaron a Pinzón de «complicidad manifiesta con los actos irregulares relacionados con los crímenes de nuestros hijos, tanto por los privilegios de los que han gozado (los miembros de las fuerzas militares que cumplen condena) en las instalaciones militares, como por su afán vergonzoso de minimizar los crímenes».

La misiva está firmada por tres de las llamadas Madres de Soacha, un grupo de 19 mujeres cuyos hijos fueron asesinados en 2008 y posteriormente reportados como miembros de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas).

Esta petición se produce luego que Santos pasara a retiro al comandante de las fuerzas militares, Leonardo Barrero, y a otros cuatro generales por un presunto caso de corrupción, en el que, según una denuncia de la revista Semana, algunos contratos en las fuerzas militares habría sido destinados a «pagos a los subalternos presos con el fin de mantener su silencio» en investigaciones penales por cientos de estos casos, conocidos en Colombia como «falsos positivos».

La Fiscalía de Colombia investiga unas 3.000 presuntas ejecuciones extrajudiciales ocurridas en la última década, que involucran a cerca de 2.000 militares que habrían hecho pasar a las víctimas como miembros de grupos ilegales muertos en enfrentamientos.   Esa práctica tenía como fin obtener prebendas como condecoraciones, tiempo de descanso o felicitaciones de los mandos castrenses, según el organismo investigador.

«Estamos hablando de una gran operación de encubrimiento (…) y por lo tanto, esto no puede quedar en la impunidad», dijo a la AFP Luis Guillermo Pérez, presidente del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, quien acompañó a las Madres de Soacha que protestaban en el centro de Bogotá.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con entre 7.000 y 8.000 combatientes activos y casi medio siglo de lucha armada contra el Estado, son la principal guerrilla de América Latina.

En el conflicto armado colombiano han participado guerrillas de izquierda, fuerzas militares, paramilitares de derecha y bandas narcotraficantes, dejando hasta la fecha cientos de miles de muertos y 4,5 millones de desplazados por la violencia.