SAMANÁ.   Ninguna solución han ofrecido  las autoridades al caso  de 38 familias refugiadas hace un mes en la gobernación provincial, luego  que el 11 de noviembre fueran sacadas de sus viviendas, levantadas en unos terrenos en litis,  en Cueva de Agua, Las Galeras, de esta provincia.

Rómulo Rodríguez,  uno de los afectados, dijo sentirse  muy preocupado por el manejo que se le ha dado al problema,  que se complica con la incomodidad del espacio físico e insalubridad, que puede generar un brote de enfermedades.

Señaló que hacen esfuerzos por mantener la calma, pero que de continuar la indiferencia de las autoridades, no descartan que recurran a otros métodos.

 “Se nos han violado nuestros derechos. Entramos de buena fe a unos terrenos que tienen documentos de compra, mientras que otros están avalados con títulos de propiedad”, explicó.

A raíz de la ocupación de la gobernación  provincial, el gobernador Fausto Forchue planteó que estas familias fueran trasladadas a un centro comunal en Las Galeras o a la logia masónica, pero ambas propuestas fueron rechazadas, por temor a ser abandonados a su suerte.

Señaló que prefieren quedarse en el pasillo de la gobernación, aunque en situación muy difícil.