Familias “empeñan” ayudas sociales para jugar loterías

¿Dónde es que los pobres encuentran dinero para jugar a la esperanza de hacerse ricos de la noche a la mañana los 365 del año, ingerir bebidas alcohólicas y satisfacer sus necesidades básicas?

La pregunta puede que no tenga respuestas objetivas, pero, paradójicamente, ese es el caso del populoso sector Villa Liberación el que, según estadísticas, reporta los mayores niveles de pobreza de este municipio. Pero también los más altos niveles de violencia, microtráfico, porte de armas de fuego y toda suerte de acciones ilícitas.

Es de esas acciones ilícitas, venta de droga, de armas de fuego, convencionales y caseras (chilenas), y de la hipoteca de las tarjetas que poseen de los planes sociales del Gobierno, de donde sale dinero para mantener el semillero de bancas de lotería y los establecimientos de expendio de bebidas alcohólicas.

Como muestra, en ese sector operan 81 bancas de lotería y 101 colmadones, colmados y pulperías.

Para una población de 2,500 familias hay una banca por cada 29 familias, un colmadón, colmado y pulpería, por cada 24 familias, si no es un récord, al menos es un buen average.

En las bancas de lotería se realizan siete sorteos a diario, desde las 12:00 del mediodía hasta las 9:00 de la noche.

Las decenas de empleados de los consorcios de bancas, con verifones en manos, recorren no solo el sector de Villa Liberación, sino otras urbanizaciones vendiendo números y hasta acreditando jugadas a clientes fijos que son pagadores.

Aunque los ludópatas en el país aumentan cada día, Villa Liberación le ha ganando la batalla a quienes, por obtener dinero fácil, juegan a la esperanza hasta el dinero que deben invertir en su alimentación y en la compra de medicamentos y otras necesidades.

Ejemplos sobran. Josselin de los Santos Mateo, de 36 años, residente en este barrio, ingirió con fines suicidas una sustancia desconocida, fue encontrada en estado crítico encima de la tumba de su padre, con una escueta nota manuscrita que reza: “Pido perdón a mis familias, amigos y amigas por los tantos líos pidiendo dinero prestado para jugar lotería, como ya no me prestan y no tengo con qué pagar decidí quitarme la vida”.

Riqueza desde la pobreza. A las manos de los dueños de esos negocios van a parar alrededor de RD$9,720,000, al año, porque cada una de esas bancas recauda hasta RD$4,000 todos los días.

José Lorenzo, propietario de varias bancas, dice que el promedio de venta limpia por banca en Villa Liberación es de RD$6,000 al día.

Dinero del subsidio social. Se calcula que un 85% de los residentes en Villa Liberación reciben los subsidios del Gobierno en sus diferentes modalidades; y se dice que parte de ese dinero que reciben lo estarían desviando para jugar a la esperanza.

De acuerdo con informes, muchos beneficiarios le entregan las tarjetas Solidaridad al dueño del colmadón, comienza a jugar números hasta que juega la totalidad asignada.

Como el Gobierno deposita una suma fija cada mes, en forma religiosa al ludópata, el dueño del negocio continua acreditándole números, y así sucesivamente, llegando a un nivel tal que algunos tienen las tarjetas “empeñadas” hasta por cinco y más años.

Lorenzo afirma que Villa Liberación mueve más dinero cada día que el sector Villa Felicia, urbanización donde residen las familias de mayores ingresos económicos de este municipio.

Tierra de nadie. Algunas personas califican a este asentamiento como “tierra de nadie”, pues las manifestaciones de protestas y acciones violentas así lo definen.

Como está situado justo a orilla de la carretera San Juan de la Maguana-Juan de Herrera, con frecuencia se organizan grupos para lanzarles piedras a cuantos vehículos transitan por dicha vía, en especial, cuando por la falta de pago, le es suspendido el servicio de energía eléctrica.