Mil 200 familias de los sectores cercanos a la empresa Barrick Gold solicitaron ayer al Gobierno gestionarles un nuevo lugar de residencia porque no soportan la contaminación ambiental, al tiempo que denuncian el estado de quiebra de la compañía y se oponen a que el Estado reanude negociaciones con la minera multinacional.

Campesinos de las comunidades El Naranjo, La Cerca, El Jurungo, La Laguna, Hato del Rey, se manifestaron ayer contra las operaciones de la Barrick Gold en Pueblo Viejo, Cotuí, zona que afirman está contaminada por el metal pesado, lo mismo que sus habitantes.

Fueron acompañados en su lucha por las organizaciones Paz Dominicana, Comité Nuevo Renacer, Comité Pro Traslado de Jurungo y miembros de comunidades vecinas a la Barrick en Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, quienes plantean que la Barrick enfrenta una terrible situación de deuda acumulada y de bancarrota a nivel mundial.