LLENNIS JIMÉNEZ
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Cada vez que llueve, cuatrocientas familias de la urbanización  Pradera Verde, en el kilómetro 11 de la carretera Sánchez, son  impedidas de penetrar  a sus casas por la inundación vial.

Para las familias que habitan aquí en siete residenciales, como en muchos otros de la ciudd, una hora de lluvia es un día caótico.

Indicaron las familias que la responsabilidad es del Ayuntamiento del Distrito Nacional, pero le piden ayuda a la Secretaría de Obras Públicas.

Aunque el cabildo construye un helipuerto no lejos de allí, estiman que sus autoridades carecen de los recursos para construir el drenaje pluvial con salida al mar Caribe, como se requiere.

El brazo de mar que se forma en este tramo, conocido  también  como de la avenida Independencia, molesta a quienes consideran que a estos proyectos se les ha sacado una inversión millonaria y que lo vendieron con el problema.

Sócrates Sosa, propietario de un apartamento en el residencial La Hortensia, perteneciente a Pradera Verde, dijo que quien no tiene un vehículo alto no puede entrar a la zona cuando llueve. “El Banco Popular colocó una cadena  y cerró su entrada, que era la que usábamos cuando llovía, por lo que ahora no tenemos área de acceso a nuestras casas”, dijo Sosa.

Indicó que el pasado sábado, cuando  llovió poco tiempo pero fuerte, el agua se extendió a varios metros de distancia y subió  a una altura de dos pies.

De su lado, Pedro Martínez, de  la junta de vecinos de La Hortensia, dijo  que la situación del agua siempre existió, pero que  ahora se agravó, ya que la urbanización ocupa  92,000 metros cuadrados. Dijo que los constructores incumplen su promesa de solución.

Argumento

Una persona allegada a los dueños del proyecto y que no quiso entrar en conflicto con Obras Públicas, admitió la gravedad del  cúmulo de esta agua en la zona contigua al recinto de Hogar Crea. Dijo que limpiaron los filtrantes varias veces, pero que se vuelven a llenar porque no tienen suficiente capacidad para la zona.