Familias que van a Nueva Barquita esperan su urgente traslado

Familias que van a Nueva Barquita esperan su urgente traslado

Cientos de familias de los sectores Las Latas y La Lechuga, pendientes de reubicación en el proyecto La Nueva Barquita, temen ser barridos por la crecida del río Ozama, ya que a pesar de ser los más vulnerables, todavía no han sido trasladados del lugar.
De igual modo, decenas de familias de los sectores Los Coordinadores y Las Cucarachas, en Sabana Perdida, se preparan para salir huyendo cuando el río comience a penetrar a sus hogares.
El área desocupada por los antiguos moradores de la vieja Barquita es convertida en vertederos por quienes todavía habitan Las Latas y La Lechuga, así como por cuatro cañadas que sirven de vehículos de los desechos sólidos de quienes habitan sobre la pendiente.
Los habitantes en los lugares señalados lamentan que a pesar de ser los más vulnerables de la zona, todavía no hayan sido trasladados a La Nueva Barquita, aunque fueron censados y cuentan con su código que los acredita como propietarios de un apartamento.
Diomaris Santana, quien reside en Las Latas, Barquita Este, expresó su preocupación debido a que están al mismo nivel del río Ozama, por lo que serían bañados por sus aguas de seguir las lluvias.
Considera que los moradores de Las Latas y La Lechuga debieron ser los primeros en ser reubicados en La Nueva Barquita, por entender que son los más vulnerables a las inundaciones y los derrumbes de tierra.
Sostuvo que la situación de cientos de familias en esos lugares es muy difícil, porque no cuentan siquiera con calles, sino con callejones y escaleras empinadas para salir y entrar.
Jordy de Jesús Marizán consideró que con la reubicación de las familias en La Nueva Barquita se ha sido injusto y no se cumplió con la promesa del presidente Danilo Medina de que los primeros en ser trasladados serían los más cercanos al río Ozama.
Afirma que decenas de familias que habitaban lugares donde el Ozama no llega, ya ocupan apartamentos en el nuevo proyecto, sin embargo, los habitantes de Las Latas y La Lechuga siguen en el mismo lugar.
Marizán pensaba que a estas alturas estarían en La Nueva Barquita, pero que el proceso de traslado se ha tornado demasiado lento, a tal punto que sacan dos o tres personas cada semana.
Estima que con relación al traslado se ha hecho lo contrario a lo que dijo el mandatario, de que los primeros beneficiarios serían quienes estaban más cerca de la ribera del río.
Juana María Paredes amanece fuera de su casa, debido a que esta apenas se sostiene por un árbol que no la ha dejado derrumbarse.
Aunque está en el censo para un apartamento en La Nueva Barquita, no ha sido posible su traslado, a pesar de que su situación, junto a sus tres hijos, es de alta vulnerabilidad.
Miriam Margarita Castillo, con tres hijos pequeños, teme que los cangrejos y las ratas muerdan a sus pequeños, ya que estos suben a las camas .
No comprende las razones por las que las autoridades no la trasladan a La Nueva Barquita, aunque sus vecinas más cercanas hace tiempo que fueron reubicas en sus nuevos hogares.

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