Temor Podrían quedar sepultadas por algún derrumbe

En el vulnerable sector de SDE temen que en cualquier momento ocurra un derrumbe que deje víctimas fatales y casas bajo los escombros, por lo que claman intervención

Unas 24 personas del barrio Ribera del Ozama, en Santo Domingo Este, siguen alojadas en la escuela Elvira de Mendoza, por que sus viviendas fueron afectadas por un derrumbe y otras están en peligro de quedar sepultadas en cualquier momento debido a los efectos de las lluvias provocadas por la depresión tropical Grace.

La Defensa Civil informó que otras seis personas estaban ayer refugiadas en el Centro Comunal La Horma, en San José de Ocoa, luego de que sus viviendas fueran afectadas por los efectos de la depresión.

Magalys Díaz, una de las refugiadas en la escuela Elvira de Mendoza, en la avenida Venezuela del sector Los Mina, explicó que se encuentran en el albergue porque su vivienda fue acordonada con cintas roja y amarrilla debido al peligro en que se encuentra debajo de una pendiente en Ribera del Ozama.

Mostró temor por una propuesta de las autoridades de sacarlos del plantel para trasladarlos a casas alquiladas durante tres meses, ya que desconocen que una vez se cumpla ese plazo cual sería su destino.

Entre los refugiados existen siete niños, una mujer embarazada, pero el Ministerio de Salud Pública y Comedores Económicos dan soportes a los damnificados con atenciones en salud y alimentación, además de la protección de la Defensa Civil.

María Ramos es otra de las mujeres en el refugio del plantel, es madre de dos niñas, una hidrocefálica, que por su condición se vio obligada a dejarla en casa de un familiar, debido a que su vivienda es una de las que se encuentran en peligro inminente de quedar bajo los escombros.

En riesgo múltiple
Simeón Morillo está refugiado en la escuela Elvira de Mendoza, porque su casa queda debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez, justo bajo una tubería de 18 pulgadas que transporta agua potable, pero que lleva muchos años averiada lanzando el líquido hacia abajo.

Además, señala que de manera constante caen pedazos de metales sobre el techo de su casa desde la altura del puente, por lo que en cualquier momento podría quedar sin vida sino es trasladado del lugar. Alberto Sánchez es propietario de la casa marcada con el número 176, donde tienen un pequeño negocio y sugiere a las autoridades asegurar a los damnificados que irán para una casa y que cumplido los tres meses de alquiler de viviendas el gobierno se compromete a seguir el pago en caso de que en ese tiempo no hayan construido las propias.

Wellington Santos, miembro de la Defensa Civil en Los Mina Viejo, junto a varios colegas, destaca las atenciones que reciben los refugiados en el plantel escolar de parte de Salud Pública y el Plan Social de la Presidencial, este último con colchones y comidas a través de Los Comedores Económicos.