En total desamparo se encuentran decenas en familias en Los Coordinadores, Sabana Perdida, Santo Domingo Norte (SDN), luego que la crecida del río Ozama por efecto del huracán Matthew barriera con camas, vestimenta y los pocos ajuares que tenían.
A dos semanas del paso del fenómeno por la isla, todavía decenas de familias de ese lugar se desenvuelven en medio del lodo, la humedad y todo tipo de escasez, mientras las enfermedades como la diarrea, fiebre, alergia, gripe y otras afecciones comienzan a afectar a los niños.
Los moradores del lugar lamentan la ausencia de las autoridades, para quienes al parecer no existen, ya que no han dado la cara para auxiliarlos a pesar de que prácticamente quedaron desnudo, desarropados y sus techos llenos de lodo.
Francisco Antonio Álvarez y Yamilka Altagracia Brito, padre de dos niños de siete meses y dos años, narran que perdieron lo poco que tenían debido a que el río subió por encima de su vivienda y arrasó con todo.
Ayer la madre de los pequeños bregaba con la diarrea que padecen sus dos hijos, que cambió de color amarrillo a verde, lo que preocupa a todo el vecindario, ya que consideran que podría generarse un brote de cólera si las autoridades no toman medidas rápidas.
Álvarez expresó que en los últimos días ha tenido que salir de urgencia con sus hijos al hospital, afectados por los males señalados, porque no quiere que mueran en la casa.
La única ayuda que han recibido los lugareños es de la organización no gubernamental Visión Mundial, que distribuyó combos conteniendo cloro, detergentes, pañales desechables, y jabón, lo que agradecieron en el alma.
La situación es generalizada en Los Coordinadores, como sucede con Altagracia Matos, madre de cuatro pequeños, los mayores con apenas seis y nueve años, a quienes envía a la escuela Los Coordinadores sin uniformes porque el río se los llevó.
Mostró a sus dos niñas más pequeñas, de uno y tres años, quienes padecen ahora de diarrea aguda, gripe y alergia, pero aun así conviven sobre el lodo y la humedad, ya que no tienen otra alternativa.
Como perdió colchones, ropa y los pocos ajuares que tenían, duermen en el suelo, porque todavía no han podido reponer los daños ni ninguna autoridades acude al lugar a darle la mano.
La señora Máxima Oviedo, quien tiene a su cargo cuatro nietos, pudo mandarlos a la escuela con uniformes que ya habían desechado debido a que las aguas del Ozama arrasaron con todo.
Oviedo muestra todavía su cama encaramada, los colchones y ropas dañadas en el lodo que todavía permanece en el patio delantero y trasero de su humilde casucha.
Lucía Gil (Luchy) improvisó una cama en el suelo para poder pasar la noche, porque las bravas aguas del Ozama taparon su casa y se llevó lo poco que había.
Narra que tiene cinco hijos que sacó a tiempo del lugar y que ella se salvó porque Dios es grande, sobre una caja de un refrigerador que la sacó hasta la orilla. Exige al presidente Danilo Medina que haga una visita sorpresa a Los Coordinadores, estampa de la más cruel pobreza y vulnerabilidad del Gran Santo Domingo.