POR NARCISO PEREZ
SANTIAGO.- Fueron cuantiosas las pérdidas materiales que sufrieron las 2,000 personas cuyas viviendas fueron inundadas la semana pasada tras torrenciales aguaceros registrados en esta zona Norte del país.

Cristóbal Antonio Ureña, presidente de la junta de vecinos del sector Villa Esperanza, sostuvo que 60 familias de ese lugar perdieron todos sus ajuares, muebles, efectos electrodomésticos y hasta las vestimentas.

“La furia de las aguas del arroyo Gurabo, convertido en un río bravo, no le dio chance a nadie para sacar sus pertenencias. Sólo se atinó a salvar la vida”, expresó Ureña.

Explicó que las inundaciones arrasaron con camas, juegos de comedor, televisores, neveras, radios, estufas, calzados y hasta las ropas que usaban las familias para trabajar y salir los fines de semana.

Nereyda Gutiérrez dijo que perdió más de RD$50,000, porque se le dañaron  todos los enseres de la casa.

José Fausto de los Santos, José González, Manuel Zorrilla, Iluminada Santos, Petronila Rodríguez y Juan Peña, residentes en los hoyos, de Bartola, Puchula, Julia y el barrio los Santos, dijeron que también perdieron todo.

“Ahora lo que esperamos es que las autoridades del gobierno vengan a auxiliarnos con hojas de zinc, madera y blocks para ver si podemos levantar las casitas de nuevo”, expresó Peña.

José González se quejó de que sólo se les ha suministrado varias raciones de comida cruda, pero que no se habla de cómo resolverles el problema definitivamente. La mayoría de los residentes en los puntos de peligro de esta ciudad llevan más de 16 años en esos lugares.

Ayer, las autoridades de la Defensa Civil informaron que realizaban un levantamiento de datos para establecer las pérdidas materiales de las inundaciones.

PELIGRO

Más de 50 familias residentes en Villa Esperanza corren el riesgo de caer al vacío de una barranca, por donde pasa el arroyo Gurabo. Ureña solicitó al gobernador, José Izquierdo; al síndico José Enrique Sued o cualquier otra autoridad, acudir en auxilio de esas familias.

Asimismo, la enana Generosa Pérez, de 49 años, soltera y nativa de Juncalito, en Jánico, imploró la ayuda de alguna autoridad para construir una casa.

SALUD PUBLICA

 El director provincial de Salud Pública, doctor Ramón Martínez, declaró que mantendrán operativos de vigilancia permanentes en los sectores donde unas 2,000 personas resultaron damnificadas la semana pasada, a fin de evitar brotes de enfermedades.

“Casi siempre los brotes de enfermedades surgen a las 72 horas después de las inundaciones, principalmente por las aguas estancadas y otros factores de contaminación”, explicó durante un encuentro con dirigentes comunitarios en el local de la Defensa Civil. Algunos residentes en los hoyos de, Julia, Bartola y las Cayenas dijeron que se han detectado varios casos de dengue en niños, mientras que algunos adultos presentan problemas gastrointestinales, erupciones en la piel y estados febriles. Indicó que con ese sistema se busca detectar de manera temprana eventos febriles, de vías respiratorias o de vías gastrointestinales.

Ayudas

Desde el pasado domingo, la Defensa Civil ha estado distribuyendo entre los damnificados decenas de colchones, sábanas, mosquiteros y frazadas, así como raciones alimenticias crudas y cocidas preparadas por el Plan Social de la Presidencia y los Comedores Económicos del Estado.

Francisco Arias, director provincial de la Defensa Civil, dijo que desde el primer momento de las inundaciones, el gobierno ha estado asistiendo a los afectados.

José Sosa, presidente de la junta de vecinos de la cañada de Julia agradeció las ayudas que ha estado ofreciendo el gobierno.