Familias temen inundaciones

Familias temen inundaciones

POR MANASES SEPULVEDA
Cientos de familias que viven en las riberas de los ríos Ozama e Isabela están a la expectativa de que una posible crecida de ambos ríos inunde sus casas luego de varios días de lluvias. En una amplia franja del sector La Ciénaga, cerca del puente Duarte, las aguas del río Ozama se están extendiendo a causa de las lluvias continuas de los últimos días.

Carlos Pérez, residente en el sector, expresó que los miembros de la Defensa Civil aún no han pasado por el lugar.

«En mal tiempo lo que uno espera es que el agua llegue a la casa», dijo Pérez.

En La Ciénega se encuentran casas frágiles hechas de madera, zinc y hojalata, que fácilmente pueden ser arrastradas por el río crecido.

Para Delbi Ogando el temor es que el río lo arrastre a medianoche.  «Mire como está la casa mía,  está todavía con agua», dijo, mostrando su casa de hojalata con piso de tierra y unos pequeños ajuares.

Su madre Laura de la Rosa, más expresiva, dijo  que las casas de ponen «media de agua».

Señaló que han sido usados por los políticos y hasta ahora no le han hecho caso.

«Yo soy una de las que viven a las orillas del río, que me siento demasiado afectada por ese problema, y cuando crece toda la basura viene dentro de nuestra rancheta», dijo.

Carlos Manuel Ayala Mercedes expresó que era posible que el río subiera principalmente cuando llueve mucho en la cabecera.

«El peligro es toda el agua cuando baja de repente junto con basura y lodo;  ya ha pasado antes», dijo.

Santo Jiménez Figuereo que tiene una casucha a sólo tres metros de la ribera del Ozama, dijo que teme que el río «se meta en su casa».

«Yo vivo solo y mi casa la hice de hojalata», señaló.

RIO ISABELA

Lo mismo ocurre en el barrio La Barquita, donde las aguas del río Isabela  han crecido con las lluvias de los últimos días.

En este sector la gente convive con la basura que trae el río y el hedor que produce.

«Aquí el río no se ha desbordado, pero vivimos con el temor de que algún día se produzca», dijo Raúl Méndez.

Con la mirada puesta en su casa de madera, dijo que esa «rancheta» era todo lo que tenía.

Al igual que los residentes de La Ciénaga, Méndez dijo que carecen de plan de emergencia.

«Sí, es cierto que vivimos en constante peligro por vivir a orillas del río; lo sabemos, pero no tenemos adonde ir», dijo.

MERCADO ABASTECIDO

Pese a las lluvias, la situación de inundaciones y las localidades aisladas principalmente en la zona Suroeste del país, el Mercado Nuevo, principal fuente de abastecimiento de la capital, estaba abastecido.

Santos Reynoso, un vendedor de plátanos, dijo que en el mercado «había de todo».

«Aquí los víveres y las frutas no han escaseado», dijo.

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