La Zarzuela reparte funciones para que todo el mundo esté contento de cara al enlace real del príncipe Felipe y Letizia. Si primero eligió ‘Jockey’ para servir el almuerzo el día de la boda, ahora ha pedido a Juan Mari Arzak y Ferrán Adriá, los dos cocineros españoles de mayor prestigio en el planeta, que preparen juntos la cena de gala que la Familia Real ofrecerá la víspera del enlace en el Palacio de El Pardo.

Según ha confirmado un portavoz de Zarzuela, la designación de Arzak para esta ocasión responde a su condición de “gran figura consagrada” internacionalmente de la cocina española. La selección de Adriá obedece a su consideración en el mundo gastronómico internacional como “la gran revelación”.

A esta cena, el viernes 21 de mayo, están convocadas las familias reales, algunos invitados de especial relevancia y los familiares y allegados mas próximos de ambos contrayentes. En total, unas 400 personas.

Arzak se ha confesado “encantado” con esta responsabilidad. “No va a haber platos de uno y de otro; vamos a hacer el menú al alimón”, ha declarado el cocinero vasco. Un menú que está aún por concretar, pero que será al estilo de ambos ‘chefs’, largo y vanguardista, ya que se trata de “dar una cena que demuestre el actual nivel de la cocina española”. La hija del maestro donostiarra, Elena, y el jefe de cocina del Casino de Madrid, Paco Roncero, colaborarán con ambos equipos.

Al final se ha optado por contraponer la cocina clásica del veterano ‘Jockey’ madrileño, que elaborará el banquete de bodas, con la nueva imagen de la cocina española, que Adriá y Arzak personifican como nadie. Adriá, en los últimos meses, ha sido proclamado ‘mejor cocinero del mundo’ por medios del nivel del ‘NY Times’ o ‘Le Figaro’; Arzak significa para cualquier mediano conocedor de la gastronomía el cambio a la modernidad de la cocina española y fue, a mediados de los 70, la cabeza visible del movimiento conocido como ‘nueva cocina’. Los dos encabezan las clasificaciones de todas las guías gastronómicas y hace tiempo que colaboran en diversos proyectos y cocinan, por usar las palabras de Juan Mari, “al alimón”.

Es pronto para anunciar el menú, algo que, sin duda, hará en su día la propia Casa Real. Pero de la trayectoria de ambos cabe deducir que habrá una larga serie de aperitivos. Algunos de los más servidos en ágapes preparados por ambos maestros son la ‘sorta’ de cigalas con fideos chinos, creación que envuelve en esos finos y blancos fideos las colas de los crustáceos y los acompaña de una salsa al curry; el atún marinado con soja y jengibre, los ‘cortes’ –a la manera de los viejos helados llamados justamente ‘de corte’ de foie gras o parmesano; los espárragos en tempura con mayonesa caliente; las alcahofas con huevas de trucha, o el ‘bocadillo’ de ibérico, una ‘mini baguette’ hueca, sin miga, que encierra unas lonchas del fiambre más emblemático de los españoles.

La creatividad estará también asegurada en el resto de la cena, con especial atención a los postres. A partir de ahora, Adriá y Arzak estudiarán distintos menús de un amplio abanico de posibilidades. Los dos maestros, acabamos de comprobarlo, están en un momento espléndido.

Queda mucho por saber: la composición exacta del menú, la muy importante parte líquida; a diferencia de lo que ocurrirá en el banquete nupcial, en el que el Albariño y el Rioja serán ‘genéricos’, esto es, con etiqueta de los Consejos Reguladores, los precedentes de las bodas de las Infantas Elena y Cristina señalan que serán vinos ‘con nombre y apellidos’. En todo caso, serán dos comidas diferentes, dos estilos de cocina contrapuestos, en ambos banquetes. Un completo acierto: la cocina de ahora mismo, la cocina más moderna, la que ahora identifica a España en el mundo, tendrá un magnífico escaparate. Y nada mejor que empezar… por orden alfabético: le toca a la ‘A’, a los dos cocineros que han simbolizado y simbolizan los cambios a la modernidad más importantes de los últimos treinta años de la cocina española: Arzak y Adriá.