Famosos colmadones siguen causando molestia con ruidos

Famosos colmadones siguen causando molestia con ruidos

Sin importar el sector, el ambiente es el mismo en torno a los  colmadones, donde las noches se convierten en un infierno para los residentes en zonas aledañas por el ambiente que caracteriza a estos   “centros de esparcimiento”, donde los denominadores comunes son alcohol, ruido, imprudencias y al siguiente día basura en las calles.

“Y eso que las cosas ya no son como antes”, afirmó convencida  doña Marina, residente en el ensanche Luperón. Lo que la induce a tal afirmación  son los operativos que dice realizan las autoridades, incautando bocinas para evitar que algunas fiestas en estos establecimientos se extiendan más de lo debido.

La mayoría de estos negocios,  por lo general, ocupan las aceras  y obligan a los peatones a tirarse a las calles. Los clientes estacionan sus vehículos de forma tal que entorpecen el libre tránsito.

Según dice doña Marina, algunos de sus vecinos  denuncian con frecuencia que quienes van a esos sitios les obstruyen las entradas a las marquesinas,   escuchan música a un volumen muy alto, se orinan en las puertas, y hasta han llegado a querellarse por la practica de sexo  en grupo, “y si alguien protesta, lo amenazan con darle un tiro o simplemente lo agreden físicamente”.

El problema es la gente.  “Ahora, no son los colmadones los que no nos dejan dormir, son los visitantes que van en sus vehículos y hasta hacen competencias al equipo que  más duro suene”, explicó Joel Amparo, residente en el ensanche La Fe.

Entiende que las autoridades deben ser más eficientes en la aplicación de las leyes y favorece las restricciones en la venta de bebidas alcohólicas.

Lo que dice la ley.  Las denuncias sobre los altos ruidos son hechas ante distintas instituciones, pero no siempre obtienen la solución  al problema. Según la ley están encargados de la contaminación sónica, los ministerios de Medio Ambiente, de Salud Pública, de Interior y Policía, y la propia Policía Nacional.

En altas horas de la noche es frecuente observar agentes del programa de Control de Bebidas Alcohólicas (Coba), rondando por algunos sectores y estacionados en ciertos lugares,  como la entrada a Los Alcarrizos.

Algunos  dueños de colmadones, aunque los sancionen, consiguen con facilidad que las autoridades les   devuelvan los equipos de música incautados, luego de pagan las respectivas multas.

Ocupan las vías

En un recorrido realizado la noche del sábado por  lugares que por lo general se llenan de visitantes, se pudo notar que algunos colmadones tenían las aceras ocupadas por sillas y mesas. Esto puede verse en la avenida Venezuela, en el ensanche Ozama, en los ensanches Simón Bolívar,  La Fe, Evaristo Morales y  Quisqueya.

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