Para nadie es un secreto que hoy en día los famosos se someten a todo tipo de procedimientos quirúrgicos y uso de productos sean estos avalados o no, con tal de acortar el camino que los conduzca a obtener el cuerpo “perfecto”.

Pero no todo les resulta como desean. A pesar de tener dinero suficiente para  pagar los mejores cirujanos plásticos del mundo, esto no les garantiza un buen resultado. A veces los  especialistas de la estética cometen errores irreversibles, que dejan desastrosas secuelas.

Latinas. Entre los casos más recientes de famosas transformadas por la “varita mágica” llamada bisturí  se encuentra el de la  mexicana  Alejandra Guzmán. La intérprete de “Dime de verdad” no tuvo muy buenas experiencias con sus primeras cirugías en el rostro; aún así continuó y en su búsqueda por tener unos glúteos más voluptuosos se sometió a una cirugía que le provocó una infección en la sangre y los huesos debido al uso de la sustancia tóxica  “cemento para los huesos”.

Lucía Méndez, a sus 56 años,  es otra de las que se mira al espejo y no se reconoce. La cantante se ha realizado varias operaciones en el cuerpo y rostro. La última ha sido en la barbilla, de la cual quedó  “satisfecha”. Su doctor le advirtió que no le realizará más cirugías por ahora.

La vedette mexicana Lyn May  ha sufrido por causa de un tratamiento que le desfiguró el rostro. Hace  21 años que le realizaron un proceso a  base de inyecciones de aceite comestible y aunque se sometió en el 2010 a una cirugía reconstructiva,  no es la misma.

Grandes estrellas. Michael Jackson más que llamarle el “Rey del pop” se le podría  denominar  el “Rey de las Cirugías”,  el sobrenombre le va como anillo al dedo. Todavía después de su muerte no se sabe la cifra exacta de cirugías que se realizó buscando mejorar su aspecto.

Muchos comentarios apuntaban a que Jackson  se avergonzaba de su color, otros dicen que quería parecerse a la cantante Diana Ross. Según el cirujano Wallace Goodstein, quien compartía el consultorio con uno de los cirujanos del artista ,  él era un cliente frecuente y  en el tiempo que estuvo trabajando allí vio cómo se sometió a un promedio de 10 a 12 operaciones en dos años.

La actriz  Tara Reid se realizó una liposucción en el 2004 que le dejó  marcas y daños que  hace poco tiempo logró solucionar. Ese mismo año,  se hizo una operación de pecho para corregir una asimetría mamaria que también tuvo mal resultado estético.

Según la página web de larevistadecirugiaestetica.com, lo que sucedió con Tara fue que el doctor que practicó  la liposucción no dejó el margen de grasa necesario  debajo de la piel  y esto no permitió realizar una extracción uniforme de la grasa generando malformaciones en el abdomen de la actriz norteamericana.

Para las estrellas, el hecho de entrar a un quirófano para quitarse, ponerse, disminuirse y aumentarse partes del cuerpo, es una forma de cumplir con los patrones de belleza tan importantes en ese exigente medio.