POR MIKE CELIZIC
De MSNBC Sports
Para aquellos que dicen que él nunca pega el hit importante en un partido contra los Medias Rojas, Alex Rodríguez tuvo una respuesta enfática el lunes en la noche. Con dos outs y uno en base, el mejor jugador más maligno cuyas iniciales no sean B.B. pegó un batazo contra Keith Foulke por encima del monstruo verde en el Fenway Park. Cojan ahí contrarios a Alex.

Ellos lo tomaron, de buena manera, usándolo como solo otra parte de evidencia de que A-Rod guarda sus mejores actuaciones para momentos en los que tienen menos impacto.

El jonrón, señalaron, no ganó el partido que los Yanquis ya perdían 9-1 cuando el noveno episodio comenzó. Cuando terminó, el marcador estaba 9-4, a pesar de que Alex se fue de 4-2 con su reputación intacta como un bateador que no produce en el clutch y no gana partidos.

Estamos escuchando más y más de esa reputación en Nueva York en estos días, mientras los Yanquis fracasan en anotar carreras.

Los columnistas de los periódicos se lo recuerdan en cada fallo a finales de un partido. Los fanáticos de programas radiales piden que sea cambiado.

Sus defensores casi no tienen argumentos mientras los críticos golpean al jugador mejor pagado del juego.

Después de un tiempo, uno comienza a preguntarse qué pensó la gente cuando los Yanquis lo consiguieron en un cambio antes de la temporada del 2004. El tenía ese asombroso salario, cierto, pero no se puede juzgar a un jugador por su sueldo, al menos no debería. Uno cuenta lo que hace en el terreno.

A-Rod fue vendido como el jugador premium del juego, y ha sido eso, ganando su segundo MVP la temporada pasada.

El batea para poder y promedio. En una ocasión el mejor torpedero del juego, se movió a tercera para acomodar al capitán Derek Jeter y se convirtió en uno de los mejores antesalistas del juego.

Los Yanquis consiguieron el material por el que habían pagado y lo que todo el mundo debió haber esperado.

Lo que no sabían es que Alex nunca fue un gran bateador del clutch. Se escuchó lo mismo cuando estaba con los Marineros y luego los Vigilantes.

Ambos equipos fallaron en ganar cuando estaba allí y mejoraron cuando él se fue. Entonces, no es un buen jugador.

Eso también es una tontería. Uno no promedia 40 jonrones, 120 empujadas y 120 anotadas por temporada sin ayudar a ganar partidos.

Y los jonrones de tres carreras que llevan a tu equipo a ganar 12-4 no son insignificantes.

Si los Marineros y Vigilantes mejoraron cuando él se fue, se debió a que consiguieron más pitcheo y alineaciones más balanceadas. De todas formas, Seattle está mal de nuevo, y de quién es la culpa. Probablemente de Alex.

 Recientemente fue caracterizado como Rayo Rod. El salario de US$25 millones llama la atención y sus números desaparecen en situaciones del clutch.

Versión (Dionisio Soldevila Brea). –