BERLIN, Jun 8 (AFP) – El vigente campeón del mundo de fútbol, Brasil, no disputará el partido que abrirá el Mundial-2006 de fútbol, una primicia desde 1974, pero Alemania, que lo hace como país anfitrión, tendrá que desconfiar de Costa Rica porque estos encuentros no suelen sonreír a los favoritos.

Francia, derrotada de entrada por Senegal 1-0 al abrir el baile del Mundial-2002 de Corea del Sur-Japón, terminó una sorprendente y poco gloriosa serie iniciada en 1974 por los campeones en título, a menudo derrotados en su debut.

La regla, que después se abandonó porque el vigente campeón no se clasifica automáticamente, era que el saliente jugara el partido inaugural. El balance no tiene paliativos: en ocho Copas del Mundo, sólo dos veces se impuso el ganador de la anterior edición.

En 1995 en Estados Unidos, Alemania ganó 1-0 a Bolivia en Chicago, en una trabajosa victoria germana sin un buen juego, que para algunos era premonitoria de una derrota. Alemania fue eliminada en cuartos de final.

En 1998 en Francia, Brasil también logró ganar a Escocia por 2-1 gracias a un autogol de Tommy Boyd, 17 minutos antes del final de un encuentro que no quedará en los anales del fútbol.

Pero en el resto de los casos, los campeones mundiales vivieron un infierno, del que se lleva la palma Argentina, que en dos ocasiones sufrió una verdadera pesadilla.

En el Mundial-82 de España, frente a un equipo belga en principio sin peligro, los argentinos liderados por Diego Maradona se inclinaron una primera vez. Ocho años después en Italia, Argentina cayó de lo más alto, vencida por el mismo resultado de 1-0 por un joven equipo de Camerún.

“Estamos aterrorizados porque jugábamos contra los campeones del mundo, era una motivación adicional. Y además era el equipo de Maradona”, cuenta la “revelación” camerunesa de aquel Mundial, Roger Milla.

Esa derrota no impidió que Argentina llegara a la final, para inclinarse ante la República Federal de Alemania. El partido de apertura concluyó con empate en tres ocasiones: Brasil-Yugolasvia en 1974 y Alemania-Polonia cuatro años después en Argentina terminaron sin goles. En México en 1986, Italia y Bulgaria acabaron con mrcador 1-1.

Los partidos inaugurales, esperados por todo el planeta, no suelen ser inolvidables y se caracterizan por la escasez de goles: 9 en 8 partidos desde 1974. Le toca a Alemania, que inaugura la nueva fórmula como país anfitrión, escribir una página un poco más alegre. Si Costa Rica lo permite, claro está.