Fanatismo islámico

Fanatismo islámico

FRANCISCO ÁLVAREZ CASTELLANOS
Desde que en el 1947 las Naciones Unidas (o la Sociedad de Naciones, no recuerdo bien) creó dos nuevas naciones en el Oriente Medio, Israel y Palestina, las guerras o los estados de guerra no han cesado.

En un solo año Israel ya era una nación constituida, gracias al trabajo de David Ben Gurión y Golda Meir. De esto hace las friolera de 59 años; Israel no solo es una nación estable y progresista mientras que aún no existe una nación palestina como debe ser, a excepción de Irán, surgida a pesar de todo.

Desde el mismo momento en que Israel surgió como nación, los palestinos, árabes, islámicos o como usted quiera llamarlos, han iniciado cinco guerras tratando de eliminar a Israel…perdiéndolas todas, a pesar de que Israel era al principio un Estado de apenas poco más de dos millones, contra más de 15 millones de ululantes árabes.

Israel tiene unos 20,000 kilómetros y actualmente cuenta con cerca de diez millones de habitantes.

Ha pasado el tiempo y los palestinos, en vez de unirse para crear un Estado, como hizo Israel, se mantiene como una amenaza latente para la paz en el Oriente Medio, y para Israel en particular.

Pero ahora, las cosas se están poniendo más peligrosas que de costumbre. Un fanático ha puesto a la zona en pie de guerra. El tipo se llama Mahmud Ahmadinejad, y es nada menos que presidente de Irán. Este hombre acaba de anunciar que acaba de iniciar la cuenta regresiva para aniquilar a Israel.

Israel, gracias a su experiencia de 59 años, siempre se ha mantenido alerta, por si acaso. Los militares, más jóvenes, los que aún estudian, por ejemplo, tanto hombres como mujeres, guardan su rifle automático en sus propias casas. Así, ante cualquier agresión intempestiva, los autobuses del transporte urbano y suburbano recorren los lugares donde están esos ciudadanos y los llevan a cuarteles especiales.

El soldado israelí pelea por su patria, pelea por su religión, porque por algo Judea es el pueblo de Dios.

Yo espero que «la sangre no llegue al río y que el mundo libre se interponga entre las ambiciones y los odios de Ahmadinejad e impida una guerra que sería distinta a las anteriores, porque Israel es una potencia atómica, es un país con soldados que luchan con las armas y con el corazón, que ha estado bajo el fuego de misiles disparados por los iraníes, contestándolo con ataques de su moderna aviación.

De hecho, esos ataques iraníes y las respuestas israelíes son actos de una guerra no declarada. Pero si al final de cuentas el presidente de Irán se sale con la suya, y declara (eufemísticamente) la guerra de aniquilación de Israel, el mundo entero se estremecerá.

Los que no conocen la Biblia les recomiendo que se lean, al paso, el libro de las Revelaciones, para que entiendan porqué algunas personalidades religiosas entienden (y temen) que el fin del mundo está cerca. Y todo comenzará en el Medio Oriente, donde el fanatismo islámico es la larga mecha que al llegar a su «meta» nos convertirá a todos en historia, pura historia.

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