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LIMA (EFE).- El fantasma del recorte de mandato presidencial amenaza al gobierno del presidente de Perú, Alejandro Toledo, por las denuncias de presunta falsificación de firmas en la inscripción del partido gobernante y el pedido de censura parlamentaria que pende sobre el primer ministro, Carlos Ferrero,
Analistas políticos consultados por EFE señalaron que estos dos frentes de crisis se suman a nuevos pedidos de salida de la presidencia de Toleod por parte de algunos sectores de la oposición y la ciudadanía, que otorga sólo un ocho por ciento de aprobación al gobernante.
Los analistas consideraron que estas circunstancias colocan a Toledo «contra las cuerdas» y lo fuerzan a tomar decisiones «claves» en los próximos días que le devuelvan el oxígeno necesario para acabar su gobierno en julio de 2006.
Toledo llegó al poder en julio de 2001 tras liderar un movimiento social de oposición al gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), quien terminó su gobierno tras graves denuncias de corrupción que lo forzaron a renunciar por fax a la presidencia desde Japón.
Toledo afronta una batería de acusaciones y testimonios sobre la presunta falsificación de firmas en la inscripción del partido gobernante «Perú Posible» en 1998, caso que está en manos de un juez anticorrupción que ha ordenado como primera medida el arresto domiciliario para Margarita Toledo, la hermana del gobernante.
Esta semana, el Congreso debe debatir un pedido de censura contra el presidente del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero, y el ministro de Defensa, Roberto Chiabra, tras la rebelión que lideró el ultranacionalista Antauro Humala el 1 de enero pasado con la toma de la comisaría en Andahuaylas, a 832 kilómetros al sur de Lima.
El director de la empresa encuestadora Apoyo, Opinión y Mercado, Alfredo Torres, dijo a EFE que de acuerdo con un sondeo realizado por su empresa el 59 por ciento de los entrevistados en Lima y Callao opina que Toledo debe renunciar o ser destituido por el Congreso.
Esta cifra demuestra, para el analista, que «el distanciamiento que siente la gente hacia Toledo es irrecuperable, que le ha perdido el respeto y que ya no lo escuchan».
Torres indicó que la población está dividida en tres tercios: uno moderado que piensa que un cambio del gabinete ministerial solucionará la crisis política, un segundo que señala que Toledo debe irse pero que no respalda las acciones violentas, y otro extremista, que apoya la asonada en Andahuaylas, que dejo seis muertos, y piensa que Toledo debe ser destituido por el Congreso.
Según la encuesta, realizada a 611 personas, la aprobación de Toledo en los sectores más pobres se encuentra entre el cinco y el dos por ciento.
El psicoanalista y científico social Jorge Bruce comentó, por su parte, que cuando el año pasado se aumentó de 61 a 81 el número de votos necesarios en el Congreso para declarar vacante la presidencia «se cerró la vía de una salida ordenada y se trasladó el problema a la calle».
«En la calle hay un sector desesperado, que siente que nadie se ocupa de ellos, que no está representada por los políticos, que pertenece al 54 por ciento de pobres en el país y que piensa, expresando su rabia, que la única solución a sus problemas es la salida de Toledo, así sea de modo violento», señaló a EFE.
Este hecho, según Bruce, hace que el clima social en Perú «sea volátil y explosivo» y debe obligar a Toledo a «escuchar el ruido de la calle» y traducirlo en decisiones como nombrar un gabinete ministerial independiente, apoyar un Acuerdo Nacional y ordenar que sus allegados no interfieran en las investigaciones de corrupción gubernamental.
La líder de la alianza opositora Unidad Nacional, Lourdes Flores, afirmó, sin embargo, que excluye la posibilidad de que se declare vacante la presidencial como una salida a la crisis política en Perú.
«Sé que (este pedido) está en el imaginario popular, que la gente está harta, cansada y cree que la solución no es una fórmula intermedia, sino sacar a Toledo», aclaró.
Flores dijo, sin embargo, que considera que ello «no será la solución de los problemas del ciudadano de a pie» y que, más bien, hay que buscar formulas que mantengan a Toledo como presidente hasta el final de su mandato.
Agregó que esto puede pasar por renovar el gabinete de ministros para que sea liderado por alguien que no milite en Perú Posible, como el sociólogo y ex presidente del Congreso Henry Pease.
